CURIOSIDADES DE SEVILLA
Monasterio de San Jerónimo: la imprenta sevillana con privilegios celestiales
Felipe II le encomendó la función a los jerónimos de imprimir las bulas de la Santa Cruzada
Monasterio de San Jerónimo de Sevilla: el secreto mejor guardado
A las afueras de Sevilla, mirando al río, se mantiene en pie después de seis siglos el monasterio de San Jerónimo de Buenavista , fundado por Fray Diego de Sevilla en 1414 . El que fuera hospedaje para la realeza que visitaba Sevilla cayó en declive y pasó a ser fábrica de vidrio, cementerio protestante y cebadero de cochinos. Pero su interior aún conserva sorpresas descubiertas por azar.
«El fundador fue Fray Diego de Sevilla, que en aquella época residía en el monasterio de Guadalupe , pero era sevillano. Era doctorado en derecho y sus padres lo llamaron a la ciudad para que resolviera unos asuntos legales. Entonces fue cuando le propusieron que fundara un monasterio aquí, para que estuviera cerca de la familia» explica a ABC May Pedrajas, guía turística del monasterio .
En poco tiempo, el monasterio de los jerónimos se ganó el favor de la aristocracia y la realeza, dado el buen manejo de estos monjes con las financias y los asuntos de negocios. De hecho, los Reyes Católicos se alojaron en sus aposentos hasta un total de once veces. Su estratégica ubicación a las afueras de la ciudad lo convertían en el lugar idóneo para descansar la jornada previa a la entrada triunfal por el arco de la Macarena.
Según indica Pedrajas, «cuando tuvo mayor auge el monasterio, en el siglo XVI y principios del XVII, el rey Felipe II le encomendó la función a los jerónimos de imprimir las bulas de la Santa Cruzada , con lo cual en lo que hoy es la biblioteca de San Jerónimo, anteriormente era el edificio que comprendía la imprenta de Indias ». Era, como explica esta sevillana a las visitas del monasterio, como comprar un trocito de cielo, un privilegio celestial.
Arquitectónicamente, el claustro es de origen mudéjar y su antigua iglesia era gótica . Sin embargo, nada queda de aquello, por orden del monarca Carlos V de Alemania y I de España . Había que cambiar de estilo y el Renacimiento estaba de moda.
«En la época en la que se fundó el estilo artístico que predominaba era el mudéjar, pero lo que pasó es que cuando estuvo uno de los reyes pernoctando aquí, Carlos I, se quedó decepcionado con la arquitectura que tenía. Él decía que como podía ser que una ciudad tan importante como era Sevilla en aquel momento a nivel europeo, tenía una arquitectura tan antigua. No sabemos cómo se las ingenió con los jerónimos para destruir el claustro mudéjar y construir este que tenemos renacentista» dice May Pedrajas.
Otro de los secretos que esconde este conjunto arquitectónico es una fresquera, el simil al frigorífico de hace quinientos años . Mientras se realizaban los trabajos de adecuación del espacio para transformarlo en un centro cívico, uno de los operarios tuvo un accidente. Se precipitó al fondo de un agujero bajo sus pies. Lo que allí se escondía era un pequeño espacio subterráneo que era empleado para conservar los alimentos, en un lugar fresco y seco.
Monasterio hasta la desamortización
En la Guerra de la Independencia, durante un periodo de dos o tres años, fue acuartelamiento de las tropas francesas; después de la desamortización de Mendizabal ha sido hospital, donde atendían a los desahuciados, de ahí que lo llamaron Lazareto , por la proximidad con el hospital de San Lázaro.
Tiempo más tarde fue iglesia protestante y cementerio, del que todavía en la actualidad quedan restos en el exterior del monasterio, el conocido como cementerio de los ingleses. En 1843 lo compró un empresario inglés, Henry Hudson que montó una fábrica de vidrio , «que hay que reseñar que puso el horno dentro de la iglesia, ya en aquella época muy deteriorada. Salió el horno ardiendo y el incendio derrumbó la iglesia. Más tarde fue colegio, durante un corto periodo de tiempo, y a mediados del siglo XX, cebadero de cerdos » indica la responsable de atender las visitas en el Monasterio de San Jerónimo.
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