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«Muchos padres creen que el colegio concertado da un estatus social a sus hijos»

Jaime Mougán, delegado provincial de la Consejería de Educación de la Junta. Cuando llega esta época las miradas de los padres se vuelven hacia Mougán, quien ya parece acostumbrado al chaparrón de críticas que recibe desde 2004 por la falta de plazas concertadas en la provincia de Sevilla

«Muchos padres creen que el colegio concertado da un estatus social a sus hijos»

—No hay dinero para obras y Educación recurre a la Diputación para financiarlas. ¿Son recortes impuestos por la crisis?

—La Consejería sí tiene dinero para obras de reparación y reformas, pero efectivamente para hacer colegios nuevos tenemos que recurrir a la Diputación por las restricciones presupuestarias. La Diputación nos ha ofrecido 30 millones de financiación para hacer quince colegios en los próximos dos años.

—Pasan los años y las caracolas continúan ¿No son más propias de países tercermundistas que del Primer Mundo?

—No lo crea. Las aulas prefabricadas son necesarias cuando hacemos una obra.

—Pero ha habido niños en caracolas porque el colegio previsto no se construyó a tiempo.

—Las obras no van siempre a la velocidad que uno quiere. De todos modos, los niños suelen estar en caracolas sólo unos meses. Planificamos correctamente casi siempre, aunque puntualmente en una zona nos salen dos grupos más no previstos.

—¿Por qué la Junta no da categoría de autoridad pública a los profesores?

—No creo que los niños vayan a respetar más a los profesores porque se les diga que son autoridad pública. Este es un debate falso. Es verdad que padres y profesores hemos perdido autoridad, pero ese es un problema que debemos plantearnos todos y no sólo la Junta. El Gobierno andaluz da a los profesores todo el reconocimiento como autoridad docente,otorgándole todo el respaldo legal.

—Quizá si fueran autoridad pública disminuirían las agresiones físicas a los profesores.

—No es un problema generalizado ¿A cuántos profesores pegan los alumnos? Tres al año. En Sevilla no tengo constancia de que en 2009 se produjeran agresiones físicas a profesores. Sí conozco algún caso de amenazas o insultos. Los profesores se enfrentan a un problema, sobre todo en Secundaria, cuando las familias no les apoyan y ven que no hay valores fuera del colegio. Los profesores se encuentran inermes y solos ante el peligro porque se encuentran con chicos que no quieren estudiar, que se sienten desplazados o no han sentido nunca la autoridad paterna y pasan de todo.

—Muchos profesores dicen que la Logse y otras leyes les han restando autoridad. Durante años los niños han podido pasar de curso con tres o cuatro asignaturas suspensas.

—Yo alucino. ¿Desde cuándo se puede pasar de curso con tres o cuatro asignatura suspendidas? Somos el país más estricto y riguroso de Europa en los procedimientos de paso de curso. Lo que pasa es que antes estudiaba el 20% de la población y hoy el 100%. Antes, ese tipo de niño desaparecía del sistema educativo cuando llegaba a los 14 años. Ahora no dejamos que se vaya porque le damos vías alternativas.

—El informe Pisa descalifica a la educación andaluza y eso no es un invento de la Prensa.

—Lo que dice el informe Pisa es que hay una correlación directa entre el nivel sociocultural de las familias y el éxito escolar. El primer factor de distorsión es ese. Si quitamos la variable del contexto sociocultural, los resultados no son malos. Si vemos la globalidad, sí son malos. Estamos a nivel de Italia, al nivel de países de nuestro entorno.

—La Junta ha regalado ordenadores a los alumnos. Amalia Gómez dice que no basta con eso, que es necesario cambiar el sistema educativo.

—El Gobierno andaluza no ha regalado los ordenadores, los ha prestado. Serán propiedad de los alumnos cuando acaben la Secundaria. Es verdad que no basta con dar un ordenador porque es sólo un instrumento. Nuestro esfuerzo va dirigido a la formación del profesorado, a que vea en el ordenador una oportunidad para lanzar el mensaje que tienen que dar de una manera diferente, de enseñar de una manera más asequible para el alumno.

—Los ordenadores se han repartido en colegios públicos y concertados, ¿No tendrían derecho también a un ordenador o al cheque-libro los alumnos de los centros privados, cuyos padres también pagan impuestos?

—No creo que estemos discriminando a esos niños si sus padres pueden permitirse el lujo de llevarlos a un colegio privado.

—Usted se queja de no haber sabido transmitir la percepción de que la escuela pública es igual que la privada o la concertada.

—Muchas familias tienen una idea equivocada de lo que es la enseñanza pública y para otros muchos el ir a un centro concertado es una garantía de estatus sociales. Creen que les garantiza unas relaciones sociales que les van a ayudar mucho en el futuro. Esa percepción es difícil de combatir porque está muy metida en la mentalidad española, aunque la mayoría estudia en colegios públicos y los que lo han hecho están encantados, pero eso no termina de transmitirse a las familias que buscan lo mejor para sus hijos y creen que los colegios concertados o privados les permitirá dar un salto social.

—¿No ayuda mucho a ese cambio de percepción el que dirigentes socialistas escolaricen a sus hijos en colegios concertados o privados?

—Es verdad que hay políticos que tienen a sus hijos en centros concertados. La mayoría los tiene en centros públicos y los hay que los tienen en centros privados porque se lo pueden permitir. El tener a un niño en un centro concertado no va en demérito de un político porque muchas veces lo eligen por cercanía al domicilio. En Sevilla capital, las plazas concertadas representan el 50% del total. Hay zonas con pocos colegios públicos, como Nervión o el Centro.

—Los padres acusan a la Junta de obstinarse en abrir colegios públicos en zonas donde la sociedad demanda plazas en colegios concertadas.

—Eso no es verdad. Nosotros hemos concertado en los últimos cuatro años todas las líneas infantiles que se han pedido. Otra cosa es que si hay una demanda de escolarización en una zona, la cubrimos con un colegio público.La sociedad no pide la enseñanza concertada en bruto, sino un colegio concreto. La demanda social pide el Portaceli, los Maristas y los Padres Blancos. De hecho, la gente que no entra en un colegio concreto, se suele ir al que está junto a su casa. Muchos padres quieren un determinado colegio para sus hijos no porque sea mejor, sino porque creen que les da un estatus social determinado.

—Los divorciados tienen ventajas para escolarizar a sus hijos ¿No es una forma de discriminar a los hijos de familias estructuradas?

—No. Estamos haciendo discriminación positiva no sólo hacia la familia monoparental, sino también hacia la familia numerosa.

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