Myriam Rego: Regreso a la vanguardia

En plena crisis se unió con otros cuatro compañeros para fundar un estudio de arquitectura. Apuntó alto, presentándose a concursos internacionales . Y ganó. Myriam Rego tiene 36 años y ya tiene proyectos y edificios en Alemania, Polonia, Estonia o Lima. Desde Sevilla al mundo, porque esta joven lo tiene claro: «Dentro de diez años me veo aquí, es donde me gusta vivir, nuestra tierra». Bakpak Architects , el estudio que creó en 2013, interpreta el pasado para ir a la vanguardia. De ahí su nombre, que viene de «background», porque a la hora de afrontar un proyecto bebe de la historia , la cultura y la técnica de cada lugar. En ese regreso al futuro, Myriam Rego cree que Sevilla tiene un papel importante : «Tenemos muchas referencias tradicionales, como las casas-patio o de arquitectura civil como las Atarazanas». Este interés por la tradición se ve reflejado en uno de sus últimos proyectos ganados en Estonia , un hospital cuya fachada en madera se basa en el sistema constructivo de la ciudad de Viljandi. Ciudad cuyo casco histórico está protegido por la Unesco.

Myriam Rego —junto con José Antonio Pavón, José María González, Borja Navarro y José de la Peña (Bakpak Architects)— se propuso dedicar sus esfuerzos a presentarse a concursos internacionales, que «son rentables si los ganas y siguen adelante pero requieren mucha inversión». Y, para poder optar a ganar concursos de esa escala, «teníamos que competir en esa línea por lo que, al principio, reinvertíamos todo lo que ganábamos , dejando lo justo para vivir. Los proyectos más pequeños nos permitían invertir en estos grandes concursos». Ahora el estudio va viento en popa.

El ejemplo de Myriam es referencia para los jóvenes arquitectos sevillanos que aspiran a tener su propio estudio. Para llegar hasta ahí, esta profesional que salió del Colegio Calasancio Hispalense y de la Universidad de Sevilla supo tocar las teclas necesarias , como el trabajo en equipo y la formación en estudios cuando aun era estudiante como Alt-q o SAMA. El primero le enseñó a trabajar sobre la intervención en el patrimonio , mientras que el segundo le mostró el camino de la arquitectura bioclimática , que está en alza en estos momentos. Con dos compañeros de la escuela creó Pipo, el germen de su vida profesional. Mientras otros compañeros se iban a trabajar al extranjero entre 2008 y 2009, esta arquitecta sevillana decidió apostar por su tierra. Llegó el primer proyecto: la Casa de Correos de Jabugo, con el que se llevaron el premio del Colegio de Arquitectos de Huelva. Años más tarde, en 2012, mientras estudiaban un máster por Europa, conocieron a dos compañeros y decidieron unir las dos oficinas para presentarse a su primer concurso internacional. Al alimón y para un proyecto común. Lo ganaron y, con el impulso, estos cinco compañeros fundaron Bakpak Architects, que tiene como lema la frase de Dieter Rams: «Weniger, aber besser». Menos, pero mejor.