La obra del aeropuerto de Sevilla alcanza el 70% de ejecución y estará lista a principios de 2022
Más de cien trabajadores coinciden cada día sobre el terreno para terminar la faena que se concentra en el sur, la zona de mayor ampliación

Las nuevas dependencias del aeropuerto de Sevilla ya están en pie. La terminal que diseñó Rafael Moneo en 1992 ha ganado casi 7.000 metros cuadrados de superficie , gracias al estirón que ha dado por la zona sur. Un muro divide ... ahora la parte nueva de la antigua a la altura del filtro de seguridad mientras se termina de instalar el equipamiento y se revisten techos y paredes. Lo siguiente será derribarlo para dejar libre todo el espacio que va desde el vestíbulo hasta las cinco nuevas salas de embarque, que recibirán la luz de grandes cristaleras orientadas hacia la pista de vuelo .
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Los trabajos en el edificio se encuentran al 70% de ejecución dos años después del inicio de los mismos. La obra civil está prácticamente terminada, pero no será hasta principios de 2022 cuando se ponga en servicio , algo después de lo previsto en un principio. Los cuatro meses de parón que sufrió el proyecto durante la declaración del primer estado de alarma no se han podido recuperar, a pesar de que se han duplicado turnos y se ha contratado a más personal. Más de cien personas coinciden cada día en San Pablo para terminar la faena que prepara el terreno para la remontada.

La zona más avanzada es el ala norte, donde estaba el icónico cartel con el nombre de Sevilla. En esta parte se encuentra la zona de llegadas internacionales, donde se han instalado sistemas de biometría para la identificación de pasaportes y cámaras termográficas para tomar la temperatura de los pasajeros nada más desembarcar el avión. No estaban previstas en el diseño original, se han incorporado tras la pandemia, que ha tenido un efecto transformador en la obra.
Los primeros que utilizaron este espacio fueron los pasajeros de un vuelo de British Airways procedente de Londres el pasado 5 de noviembre antes de que el Brexit se consumara, y desde entonces apenas ha recibido público, pues la aerolínea inglesa suspendió la conexión por la imposición de cuarentenas y las nuevas restricciones.
« Si esta emergencia ha traído algo bueno es que se ha podido trabajar con más tranquilidad, porque todo estaba previsto para actuar con el volumen de pasajeros que había en 2019 , eso era muy complicado, a pesar de que todo se hubiera previsto», señala a ABC uno de los responsables de la obra que dirige la visita por las nuevas instalaciones. El cambio de aspecto será más visible una vez que el viajero se adentre en la zona de embarque, donde se eliminarán los pasillos para dejar paso a grandes corredores diáfanos. En esta parte las áreas comerciales se integrarán en las zonas de servicio. De hecho, la superficie para negocios de venta y restauración pasa de 3.600 a 6.200 metros cuadrados .
Nuevos estrenos en mayo
Otro de los espacios que ha ganado capacidad es el de recogida de equipajes, con nuevas cintas transportadoras más eficientes , que están ya instaladas en la parte más próxima al vestíbulo de llegadas. Uno de los detalles que más llama la atención es que el espacio pierde el característico color azul cobalto que tenía el diseño original para dejar paso al blanco, aportando mucha más luminosidad. Estas dependencias estarán terminadas a finales de mayo, a punto para el aumento de vuelos que tienen previsto las aerolíneas.

La fachada que discurre paralela a la pista de vuelo será la que más se transforme con la retirada de las antiguas pasarelas -los denominados 'fingers'- que se sustituirán por otros de última generación. Estos se acoplarán a los núcleos de comunicación vertical, que son estructuras que están construidas sobre la fachada para agilizar el embarque por las dos puertas del avión de manera simultánea . Esta solución permite acortar la operativa dividiendo en dos grupos el flujo de pasajeros, una solución prevista en un principio sólo para ahorrar tiempo, pero que ahora resulta muy eficaz para reducir las aglomeraciones y, con ello, el riesgo de contagio. Las primeras pruebas con este nuevo sistema de embarque han sido un éxito.
A salvo de la crisis
La inversión global que hace Aena ronda los 62 millones y empleará cada euro de este generoso presupuesto para modernizar un aeropuerto que ha triplicado su volumen de tráfico en apenas seis años. El hecho de que todas las fases estuvieran licitadas y adjudicadas antes de que la llegada de la pandemia ha sido fundamental para seguir adelante con todo el proyecto. Proyectos como la remodelación de la pista de vuelo o la construcción de la nueva central eléctrica habían terminado cuando el aumento de los contagios dejó en tierra todas las flotas de aeronaves. En este tiempo se ha trabajado de manera constante para ampliar la terminal, que aumentará su capacidad un 42%.

Se calcula que San Pablo podrá atender diez millones de pasajeros al año una vez que las nuevas instalaciones estén operativas, un objetivo que no resulta descabellado en vista de los niveles de crecimiento de los dos últimos años de normalidad, que cerraron en cifras de récord. El mayor hito fue cuando se alcanzaron los 7,5 millones de viajeros y tal como había empezado el pasado 2020 se podría haber llegado a los ocho millones, un sueño que tendrá que esperar.
Lo que sí parece claro es que esta primavera comienza la remontada, en vista de la apuesta de las aerolíneas, que han programado casi setenta destinos para volar sin escala desde Sevilla. Se espera que la demanda responda bien a esta oferta gracias al avance de la campaña de vacunación , que se ha acelerado en las últimas semanas en todos los países de la Unión Europea. Ese será el primer mercado internacional que se recuperará junto con el británico, que venía creciendo con fuerza en la ciudad en los últimos años.
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