El nuevo hospital de la Cartuja estará abierto a finales de año

La Consejería de Salud ha demostrado buenos reflejos e intuición política en este asunto. Tras la quiebra en 2015 de la empresa que lo promovió el hospital, pionero en el tratamiento del cáncer y que nunca llegó a inaugurarse, sólo había tres opciones: dejarlo cerrado, como hizo el Ejecutivo anterior; malvenderlo (la inversión en el edificio superó los 30 millones de euros , u na cantidad imposible de recuperar); o abrirlo como centro sanitario tras una millonaria inversión. Al igual que en el caso del Hospital Militar, la tercera opción era la buena.

Que un Gobierno de centro-derecha rescate hospitales fallidos o abandonados por gobiernos de izquierda (los de Chaves, Griñán y Susana Díaz, en este caso) resulta cuando menos paradójico a la vista de las acusaciones que, desde los partidos que se autodenominan « progresistas» y «defensores de los servicios públicos», se realizan de forma recurrente sobre el supuesto desprecio de sus rivales a estos servicios, especialmente sanidad y educación. Las palabras no cuestan dinero y se las lleva el viento pero los hechos son tozudos (y obras son amores).

Pocos imaginaban que el antiguo Hospital Militar, cuyas doce plantas llevaban abandonadoas a su suerte desde hacía quince años, serían recuperadas por un gobierno de derechas a los dos años de alcanzar el poder . Hace días que los obreros volvieron al recinto para comenzar la segunda fase de rehabilitación en la que se invertirán 44 millones de euros. En abril de 2022, si se cumplen los plazos previstos, estarán abiertas sus once plantas y sus quinientas camas.

Algunos meses antes estará abierto el Hospital Cartuja Macarena, que acogerá la unidad de Maternidad del Virgen Macarena (llamada ahora «de la Mujer»). Gracias a este trasvase, se liberará un espacio que permitirá eliminar el cuarenta por ciento de las habitaciones de tres camas de ese hospital , según las previsiones de la Consejería de Salud.

Pronto llegarán los obreros y especialistas a la Cartuja y se encontrarán con un edificio flamante de 12.661 metros cuadrados, distribuidos en cuatro plantas y tres sótanos destinado a albergar en 2011 el Hospital de Medicina Molecular de la Cartuja. Los planes de este centro especializado en el tratamiento del cáncer incluían un hospital de día, UCI, cinco quirófanos, 16 consultas y 69 habitaciones, además de Urgencias y sofisticados aparatos de diagnóstico de la imagen y d Radiología.

La historia de este fallido hospital de última tecnología que se publicitó durante su construcción como futura referencia nacional en la lucha contra patologías cancerígenas (especialmente de mama, útero y próstata) arranca el 29 de octubre de 2008 con una foto en la que el entonces alcalde de Sevilla, A lfredo Sánchez Monteseirín, colocaba la primera del futuro edificio. Detrás, sonrientes, el presidente de Cartuja 93, Isaías Pérez Saldaña , y el presidente del Instituto Cartuja, promotora del hospital, Jerónimo Suárez.

El edificio se construyó con recursos públicos pero no llegó a inaugurarse en 2011, como estaba previsto, y hoy permanece cerrado. La inversión entre préstamos preferentes y subvenciones superó los 31 millones de euros, a repartir entre el Estado y la Junta de Andalucía, y la promotora, que se comprometia a gestionar el hospital y pagar un alquiler a la antigua Agesa (hoy Epgasa, propiedad de la Junta), debía invertir 14 millones de euros en equipamiento.

Agesa, propiedad del Estado, tendría que haber entregado el edificio en 2010 pero no lo hizo hasta 2013, con supuestos vicios ocultos, entre ellos humedades en el suelo, y la guerra judicial iniciada entre ambas dio al traste con el proyecto que ahora va a recuperar la Junta. Para ello invertirá unos 11,5 millones de euros en los próximos meses.

El nuevo hospital contará con 69 habitaciones individuales con baño y toma de oxígeno, cinco quirófanos; una cocina, cafetería; salón de actos; sala de rehabilitación y una habitación acorazada para medicina nuclear, entre otras. El sótano recoge una distribución separada de los recorridos de público para pacientes y restringidos para el personal sanitario, ubicándose las salas de diagnóstico por imagen, quirófanos y demás áreas especializadas e instalaciones. Los sótanos -2 y -3 están destinados para el aparcamiento de empleados y visitas.

La idea es trasladar en bloque todos los servicios del Hospital de la Mujer que ahora se prestan en el Virgen Macarena, en el que quedará integrado. Acogerá todas las unidades relacionadas con Obstetricia y Ginecología y la atención posterior de los recién nacidos. El nuevo Hospital Cartuja-Macarena acogerá, además, tecnología de vanguardia «n unca antes utilizada en España relativa a nuevas técnicas para cirugía y radiodiagnóstico temprano del cáncer , como es el caso de la resonancia de campo abierto», aseguran fuentes del Servicio Andaluz de Salud.