Hazte premium Hazte premium

Paquirri fue enterrado en Sevilla sin practicarse la autopsia por orden judicial

Paquirri fue enterrado en Sevilla sin practicarse la autopsia por orden judicial

De la muerte de Francisco Rivera «Paquirri» se cumplen ahora 25 años y parece que fue ayer en la Plaza de Toros de Pozoblanco cuando «Avispado» un astifino, el cuarto toro de la corrida, el segundo del lote para el diestro de Zahara de los Atunes, lo empitonaba justo antes de la faena del picador. La historia de este suceso pasa por Sevilla : el torero está enterrado en el cementerio de San Fernando frente a Joselito «El Gallo», Isabel Pantoja siempre está relacionada con nuestra ciudad y Damián Álvarez, actual presidente de la Audiencia Provincial fue entonces el juez de guardia que estaba en Córdoba y que se encargó del levantamiento del cadáver y de buena parte de las diligencias.

Paquirri intentaba arrimar al astado con unos lances hacia el caballo para el tercio de varas. Pero parece que cada persona tiene escrito su destino y el 26 de septiembre de 1984 estaba reservado para uno de los toreros más importantes del momento. La casualidad hizo que ese día incluso fueran a la plaza tres cirujanos invitados del Hospital Reina Sofía, pero si llega la hora...

Se ha sabido que existieron contradicciones en el tiempo que Paquirri estuvo en la enfermería de la Plaza de Pozoblanco según las diligencias judiciales. Algunos de los doctores así lo dijeron en las declaraciones ante el juez, era Damián Álvarez. Calculan este tiempo en media hora, otros en casi una hora. Siete médicos había en la plaza: tres del equipo médico y cuatro cirujanos invitados que después ayudaron en la intervención. Siete médicos había en la plaza pero Paquirri sólo tenía una vida y la perdió camino de un quirófano cuando se desangraba.

En los tribunales

Poco o casi nada se ha sabido de la investigación judicial por la muerte de Paquirri que ya tuvo un caso en los tribunales: responsabilidades médicas, autopsia o necropsia, normativa taurina. Parece que sólo se recuerdan unas polémicas imágenes del moribundo torero tomadas en la enfermería de la plaza de Pozoblanco mientras intentaban salvarle la vida un nutrido equipo de doctores. Este asunto de derecho a la intimidad, al honor y a la información ya tuvo un famoso pleito en los tribunales después de que las imágenes dieran prácticamente la vuelta al mundo mientras actuaban los cirujanos en la pierna de Paquirri.

Las diligencias previas que se abrieron por la muerte del torero tenían casi una treintena de folios y contenían desde la causas de la muerte hasta los interrogatorios a un grupo de doctores. Actuó el juez del juzgado de instrucción número 1 de Córdoba, el que estaba de guardia, Damián Álvarez. «Cuando hay una cogida a un torero siempre me acuerdo de Paquirri». Era la primera vez que tenía que hacer el levantamiento de un cadáver de un torero en zona castrense, en el Hospital Militar cordobés. «Me abrí paso entre la gran cantidad de personas que había allí, pedí que me llevaran hasta donde estaba el cadáver, me acompañaban el secretario judicial y el médico forense, —Francisco Murcia—». Estaban junto al torero la viuda, Isabel Pantoja y una hermana del torero y el apoderado. «Les pedí que abandonaran el lugar y se quedó dentro la Comisión Judicial».

Paquirri murió por un «shock hipovolémico intenso por hemorragia masiva y rápida» , así consta en las diligencias judiciales. El torero «estaba desnudo tapado con una sábana y con algodones en la ingle, cuando intervino el forense para ver la herida el puño le entraba, era brutal». El médico forense le hizo una incisión hacia arriba en la herida donde se comprobó que no estaba afectado el peritoneo. La cornada tenía 3 trayectorias: ascendente de unos 15 centímetros, 10 descendente y sólo 8 de profundidad. A pesar de hacer más de 300 levantamientos de cadáveres Álvarez se quedó impresionado por la herida, el forense explicó que «fue como si una botella se rompe por la base y se cae el líquido, comparándolo con el desangrado».

Todo era mala suerte porque el toro lo empitonó cerca de una puerta del burladero y para evitar al astado tuvieron que dar la vuelta a la plaza por el ruedo para evitar una nueva embestida. Estos extremos constan en las actuaciones judiciales donde Paquirri ya perdió en torno a un litro y medio de sangre. Incluso cuando llegaron a la enfermería de la plaza como la puerta estaba cerrada y no aparecían las llaves para abrir: patada y puerta abajo para acceder. «No me pongan sangre, que estoy fuerte», dijo Paquirri pero después lo convencieron y accedió a medida que se iba comprobando la gravedad de la cogida. Incluso no sabían el grupo sanguíneo y tuvieron que hacer alguna llamada y consultar antes de la transfusión. No le pusieron anestésico según las diligencias del caso, sólo algún analgésico venoso. La obsesión era paralizar la hemorragia donde se empleó un torniquete. Tras una consulta al doctor Ramón Vila, jefe médico de la Maestranza, indicó: «una cura urgente y evacuarlo para Córdoba», donde le esperaría. El cirujano jefe de la plaza de Pozoblanco, Eliseo Morán siguió en la corrida porque aún quedaban dos toros más por matar pero al diestro mal herido le acompañaron varios médicos de la plaza y algunos de los doctores invitados a la corrida.

En la ambulancia con el torero iba el anestesista Funés y el mozo de espada. En un segundo coche viajaban hacia Córdoba el apoderado, el hermano del torero y el cirujano médico ayudante de la plaza de Córdoba Rafael Ruiz. En un tercer coche viajaban dos de los doctores invitados a la corrida, entre ellos un cirujano del Hospital Reina Sofía. A tan sólo 7 ó 8 kilómetros de Córdoba tuvieron que parar porque a Paquirri le faltaba la vida .

Estaban por Cerromuriano y sufrió una parada cardiorrespiratoria, tras un masaje cardiaco lograron reanimarlo. En el Hospital Militar, el más cercano por la carretera que transitaban hacia la capital cordobesa estaban preparados en la mesa de quirófano. Hasta allí se dirigía también desde el Sevilla el doctor Ramón Vila, jefe médico de la Maestranza. Pero el torero murió en estos últimos kilómetros prácticamente a las puertas del centro médico, entre Cerromuriano y el Hospital Militar según la investigación judicial. «El momento de la muerte fue casi llegando a Córdoba, incluso en las puertas del hospital, o unos minutos antes, era una lucha contra el tiempo».

Había dos grupos dentro de los doctores, los que pensaban en reanimar para evitar que se «fuera», y los que apostaban por reconstruir porque se podía perder la pierna, al menos en los primeros momentos. «Eso se extrae de las declaraciones de los doctores si lo lees tranquilamente después, no estaban enfrentados, sólo que había dos tendencias, no hubo negligencia, la tragedia fue producto de aquel momento y lugar, con los medios y el reglamento de entonces. Hoy creo que no hubiera muerto Paquirri».

No hubo autopsia

Estaba clara la causa de la muerte por el reconocimiento externo del forense y Damián Álvarez creyó que no era preciso realizar la autopsia, (apertura de las tres cavidades: abdominal, craneal y torácica). Dispensó de la práctica de la autopsia y la familia le pidió al juez trasladar inmediatamente el cadáver hasta Sevilla. No hubo ningún inconveniente y lo autorizó entrando la madrugada. Después los restos de Paquirri viajaron a Sevilla por orden del juez de instrucción, tras la petición familiar. «Veinticino años después sigo pensando que no fue necesaria la autopsia a Paquirri, sólo la necropsia (examen de la cavidad abdominal), por eso autoricé el traslado y el entierro, el forense lo tenía claro tras la exploración y yo también». La causa de la muerte era evidente y el culpable «Avispado», en la eterna lucha a muerte entre el torero y el toro. «No tuve ninguna duda, aunque yo iba más allá por si acaso, posible negligencia, pero si no hay nada…, por eso no lo acordé», dice el juez.

Al final, el proceso judicial terminó en el juzgado de Pozoblanco, donde fue la cogida, tras el intenso trabajo del juez de instrucción.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación