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Patrimonio de Sevilla

Aparecen los baños árabes del siglo XII bajo un bar de la calle Mateos Gago

Arqueólogos trabajan en la cervecería Giralda, cuya reforma ha hecho aflorar el «hamman» almohade que los historiadores situaban justo en ese lugar

Restaurante San Marcos, antiguos baños de la Judería ABC

Eduardo Barba

La riqueza histórica y patrimonial de Sevilla no sólo resulta evidente con un mero paseo por su zona céntrica, repleta de tesoros monumentales, sino incluso cuando se llega a conocer lo que contiene el subsuelo. Algo que ocurre en ocasiones puntuales, como cuando se realiza una obra en el distrito Casco Antiguo que obliga a levantar el firme. Bajo los pies de los paseantes hay cientos de años de existencia y vestigios de tremenda relevancia. Así ha ocurrido hace unos días en pleno corazón hispalense, la calle Mateos Gago, arteria principal del Barrio de Santa Cruz. En uno de los bares más conocidos de esta vía, la cervecería Giralda —ya en la confluencia con la plaza Virgen de los Reyes—, se vienen realizando unas obras de reforma que mantienen cerrado el local aprovechando no sólo el año «anómalo» por la pandemia de Covid-19, además, la obra de reurbanización que el Ayuntamiento lleva meses acometiendo en la propia calle. Al retirar parte del suelo y de la azulejería, los responsables de estos trabajos se toparon con un verdadero tesoro patrimonial: los principales baños árabes del siglo XII , etapa de esplendor musulmán en la ciudad.

Era conocida la existencia de estos baños bajo el establecimiento, pero ninguno de sus propietarios desde que éste abriera al público hace casi cien años había sondeado la posibilidad de hacerlos aflorar y darles valor. Hasta ahora. Los arqueólogos siguen trabajando sobre el terreno estos días y en un par de semanas tendrán elaborados los informes definitivos que llegarán a la Junta de Andalucía y a la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla . En esta última obra, un informe de la Comisión de Provincial de Patrimonio de 2018 en torno a las reformas en este bar, sólo hacen referencia a los huecos de fachada y al rótulo del establecimiento. Tiene informe favorable, pero aún no se incluido el hallazgo arqueológico.

Al retirar el firme ha aflorado el baño más conocido de la etapa almohade, el denominado «de García Jofre» , tal y como recogen las fuentes del siglo XIII, que estaba situado prácticamente al lado de la mezquita sobre la que ahora se asienta la Catedral de Sevilla y de la que queda su torre alminar, la Giralda, y el Patio de los Naranjos. Ese baño árabe conserva hoy día dos salas : una de planta cuadrangular cubierta con bóveda esquifada (dos cañones que se concentran en uno) de ocho paños sostenida por trompas aristadas que descansa sobre cuatro columnas, y una segunda sala que se abre al costado occidental y que constituye una habitación rectangular cubierta con bóveda de cañón. Según los estudios ya realizados sobre este fabuloso «hammam», las técnicas utilizadas en la construcción de las bóvedas de la sala central permiten datar el edificio en época almohade, concretamente del citado siglo XII. En ambas salas han estado situados hasta ahora los comedores de esta cervecería, donde las bóvedas y arcos recordaban a la clientela esa historia ancestral del céntrico local, que en su día fue punto de encuentro esencial de la antigua Isbilya. El sistema de sustentación está ejecutado a base de columnas genovesas, con capiteles del mismo origen, elementos añadidos en el siglo XVI, un sistema de «embellecimiento» con la discutible supresión de elementos anteriores muy extendido en los edificios más nobles de la ciudad.

Estos baños aparecen en documentación cristiana de 1281 como linde de una propiedad concedida por Alfonso X a la iglesia de Sevilla, y estaban incluidos en la collación de Santa María y en la esquina de lo que fue calle Borceguinería (ahora Mateos Gago).La historiografía sevillana apenas se hace eco de la existencia de estos baños. El testimonio más antiguo es de Rodrigo Caro , que en 1634 cuenta que «perseveran allí señales de que fue un baño, y algunos quieren decir que es parte de él la bóveda que se ve al entrar por la Borceguinería, pero no parecen aquellos edificios de baños sino reliquias de algún circo o anfiteatro». Más tarde, José Gestoso o Torres Balbás sí hablan abiertamente de restos de «un baño musulmán».

Ahora los restos encontrados se están datando por los expertos e incluyendo en un amplio informe que, como es preceptivo, se está realizando con todo lujo de detalles en torno a estos baños una vez han salido a la luz los espacios que se usaban para ese aseo personal y los conductos y canalizaciones que servían para que éste funcionara. Todo ello estaba cubierto por la azulejería que adornaba la conocida cervecería. En varias semanas, está previsto que estos trabajos estén rematados y se traslade el análisis de lo encontrado a las autoridades para que adopten las determinaciones que correspondan.

El bar Giralda es un negocio cargado de historia que abrió sus puertas en 1923 con el nombre de Bar Español y que en 1934 pasó a denominarse con el nombre del principal monumento de la ciudad, que se contempla desde sus veladores. Fue uno de los grandes hosteleros de la historia de Sevilla, José María Asprón, quien bautizó así el local ubicado sobre unos baños árabes con nueve siglos de historia.

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