La rehabilitación del antiguo convento de Los Remedios, en su fase final

Javier Macías

29/06/2019
Actualizado a las 21:49h.

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La rehabilitación de las cubiertas del antiguo convento de Los Remedios -hoy sede del Instituto Hispano Cubano y del Museo de Carruajes- está ya en su fase final. Después de seis años de trabajos, durante este verano quedará rematado el tejado de la nave principal , que se encontraba en mal estado con grietas cuya filtración estaba afectando a las bóvedas, ya que algunas partes del edificio son del siglo XVII. La Fundación González-Abreu , que gestiona el Instituto, ha financiado la última fase, la más importante de todas, que terminará después del verano, ya que ahora se ha aprovechado para desmontar la cubierta completamente e instalar el nuevo armazón y las maderas.

Así lo señaló a ABC el arquitecto de la obra, José Antonio López , que explicó que «se están sustituyendo las maderas, que estaba inservible por los ataques de insectos, y se están colocando otras laminadas». López dirige un equipo multidisciplinar en el que están participando desde el inicio de los trabajos los alumnos del master de Peritación y Rehabilitación de Edificios de la Universidad de Sevilla. Junto con las empresas Alquiansa -para el montaje de los andamios-, Tecniamadera -para la fabricación de las piezas- y la constructora Cruz de Alcalá , se ha conseguido restaurar el inmueble respetando todas las trazas del convento. «Hemos hecho un trabajo minucioso para sacar las uniones con los muros», explicó.

Otro de los trabajos que ha habido que acometer en esta fase ha sido la construcción de la nueva veleta (un peculiar arcángel), partiendo de la original rota y oxidada. Se creó en barro para sacar un molde en poliéster y, después, hacer un negativo en tierra reflectaria para llevar a cabo el vaciado en aluminio.

Hace unos días, la visión del antiguo convento desde el exterior llamaba notablemente la atención, ya que las cubiertas estaban completamente al aire junto al río, como ocurre con Nôtre Damme. El director de obra, Santiago Barea , indicó a este periódico que esta quinta y última fase estará concluida en septiembre. La cúpula interior se intervino durante el invierno y ya sólo quedaba el tejado a dos aguas. El inmueble por dentro se encuentra en buen estado , salvo algunas pequeñas humedades por capilaridad.

Ahora, el Instituto Hispano Cubano está estudiando si acometer un refuerzo en la entreplanta de la biblioteca, en la planta primera, que ejecutó Juan Talavera y que actualmente no soporta el peso para ser visitable.

Hace ahora un año, se concluyó la cuarta fase , con la sustitución de la cubierta a cuatro aguas situada en el crucero del convento y que es la más alta de todas. Para ello, según explicó el arquitecto, «hubo que montarla en el patio y subirla al completo, sus cien metros cuadrados, con una grúa». Los trabajos se completaron con la colocación del valioso pináculo cerámico de dos metros de altura, que también fue restaurado. En las fases anteriores se acometieron intervenciones menores en las cubiertas de naves laterales interior y exterior, en los edificios anexos de las dependencias traseras, en fachadas exteriores y de patios interiores.

El edificio, cuya construcción se inició en 1632 , fue un monasterio carmelita que tomaba el nombre de la antigua ermita de Nuestra Señora de Los Remedios, a la cual rezaban los marineros que partían hacia las Indias ya que era el último templo de la ciudad por el curso del río. Tras la desamortización de Mendizábal , quedó en estado ruinoso en su mayor parte. Ya en 1928, Rafael González-Abreu fundó allí el Instituto Hispano Cubano de Historia de América y se acometieron obras para dividir en dos la iglesia para evitar que de nuevo se dedicara al culto. Actualmente, la planta inferior la ocupa el Museo de Carruajes y, la superior, el Instituto.

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