Pilar Robledo: «Dos empresas sevillanas tuvieron éxito haciendo mascarillas, pero dependemos demasiado de China»

¿Se han producido en Andalucía materiales y productos relacionados con las necesidades provocadas por la pandemia del coronavirus?

La compañía sevillana And&Or ha producido muchas macarillas. Se trata de una empresa que se dedicaba a la la industria del envasado con un nivel de exportación muy alto y lanzó una máquina de fabricar mascarillas de 80 mascarillas por minuto. Es un caso de éxito. También la empresa sevillana Noruco reorientó su fabricación a la producción de mascarillas. También se han producido respiradores en el Parque Tecnológico de Málaga. Zpubli, también sevillana, es otro caso de éxito de reconversión del sector textil a fabricación de mascarillas.

Con las mascarillas muchas empresas chinas se hicieron de oro en la primera ola. En marzo y abril llegaban en grandes aviones que aterrizaban en Madrid y salían en todos los telediarios.

Lo recuerdo muy bien y como mucha gente pensé cómo era posible tener esa dependencia de China y que no se pudieran hacer aquí o no las hicieran empresas andaluzas. Creo que era un sentir popular. Luego conseguimos organizarnos y la plataforma tecnológica que asesoro ayudó a conectar oferta y demanda.

La pandemia ha sacado a la luz algo que no conocía todo el mundo: que ha desaparecido prácticamente de Europa y Estados Unidos la producción textil o farmacéutica, sectores que ahora se han revelado estratégicos y de los que dependemos de China y otros países asiáticos. ¿Hay que repensar esto para que no se repita en próximas pandemias?

Creo que que fortalecer el tejido productivo andaluz para tratar de ser autosuficientes en sectores tan estratégicos como los que menciona. Esto no ha sido puntual porque puede venir otra situación, incluso otra pandemia, y no puede colapsarse la atención en los hospitales por falta de material básico con la cantidad de empresas que hay en Andalucía para producirlo. Esto nos tiene que hacer repensar mucho.

¿Cree que las cosas serán diferentes en la próxima otra pandemia?

Sinceramente, sí. Las empresas andaluzas van a ser capaces de reinventarse y creo que lo harán desde ahora porque tiene que diversificarse. Hay que reconvertirse para sobrevivir y no debemos importar cosas tan básicas de otros países. La riqueza debe quedarse aquí y nuestros costes serán más económicos. Durante la primera ola de la pandemia nos preguntaron de otros países europeos para ver cómo se podían producir estos productos. Hay que unir demanda con oferta.

Hay demanda de guantes, alcoholes, batas desechables, fungibles, kits pcr, monos de protección, contenedores de muestras biológicas, hisopos, gafas de protección, respiradores, clorhexidina o torundas, entre otras cosas. ¿Cuántas de ellas se producen aquí?

Se producen mascarillas y respiradores. Y la reconversión de las empresas textiles va a permitir producir algunas más de esa lista. Es necesario que seamos más eficientes y podamos atender las necesidades del mercado.

¿Cómo está el I+D en Andalucía respecto a otras comunidades españolas?

No estamos mal, sobre todo comparado con hace algunos años, pero debemos admitir, aunque nos duela, la I+d+i española está en Cataluña, Madrid y País Vasco. Y Valencia se está posicionando muy bien.

¿Qué se puede hacer en Andalucía para acortar esa brecha tecnológica?

En Andalucía nos hemos apoyado mucho en el turismo y el sector servicios, cuando el tejido industrial y productivo es la base la economía. Todos esos sectores están más consolidados en País Vasco y Cataluña. Tienen un tejido industrial mucho más potente y disponen de agencias muy coordinadas que le dan mucha importancia a la tecnología.

¿Hay suficientes líneas de apoyo a la investigación en Andalucía?

Faltan muchas líneas de apoyo a la investigación en Andalucía y gracias a Dios que está Europa. El gran programa de apoyo a la investigación es «Horizonte Europa». Es el pilar europeo en fomento de la la I+d+i y la verdad es que Andalucía está bien posicionada en ese programa. En Andalucía ha habido un retorno de la inversión de 40 millones de euros en los proyectos de i+D+i. en el programa Horizonte 2020.

¿Con qué empresas?

Con entidades sobre todo. Entre las diez primeras están la Universidad de Sevilla, el CSIC, la Universidad de Granada, el Servicio Andaluz de Salud, la Fundación Progreso y Salud o la Universiad de Córdoba. Hay una empresa sevillana en ese «top-ten», que es Cobre Las Cruces. En las diez primeras no hay ninguna empresa más.

¿Por qué?

La investigación está en universidades y centros públicos porque las empresas no suelen apostar por la investigación por su elevado coste. Prefieren subcontratar a una persona para que lleve estos programas. Tampoco se remunera a los investigadores de una forma digna.

¿Hay un problema con el tamaño de las empresas en Andalucía?

Es obvio que nos faltan grandes empresas. En Sevilla teníamos a Abengoa pero ahora ya sabemos la situación que atraviesa.

¿Los fondos europeos de reconstrucción pueden ser una oportunidad para que Andalucía acorte esa brecha en I+d+i?

Sin duda. Sería una magnífica oportunidad para ayudar a la digitalización de la industria, que sólo supone un 12 por ciento del PIB andaluz frente al 20 de País Vasco o Cataluña. Destacaría la ayuda a las pymes y creo que el sector agroalimentario podría modernizarse y hacerse más productivo. También destacaría nuestra riqueza en energías renovables, tenemos sol y viento, y si se investigase sobre formas de almacenamiento seguras y sostenibles, podríamos ser un polo de atracción muy competitivo en Europa. Con estos fondos debemos aprovechar para dar un salto en investigación. Y las empresas andaluzas deben ir alineándose con los objetivos de la agenda 2030.

¿Cuáles son esos objetivos?

La digitalización y el cambio climático. Los dos serán fundamentales para cualquier empresa andaluza. Las que no vayan de la mano de esta industria 4.0 se van a quedar fuera. Todo ya se vende «on line» y ninguna empresa que no lo haga va a sobrevivir en el futuro. Y con la pandemia se ha visto más que nunca lo necesaria que es la digitalización y la tecnología.

¿La pandemia ha puesto en jaque a muchas empresas andaluzas que no sean del sector turístico o de ocio?

Ha afectado a todas las que han estado basadas en modelos productivos obsoletos. Ninguna que no tenga la digitalización incorporada perdurará en el tiempo. Esto antes era una recomendación pero con la pandemia se ha convertido en una obligación.

¿Dónde va a estár el empleo en el futuro próximo?

En la logística. La automatización de todos los procesos es el futuro y casi el presente.

¿La pandemia ha acelerado este proceso?

Una de las cosas que ha puesto de manifiesto es que la tecnología es importantísima a todos los niveles. Ha sido el punto de inflexión y hay que tener claro que para sobrevivir hay que dar ese plus de competividad que te aporta la tecnología.