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Pobreza en Sevilla

Polígono Sur, medio siglo de un barrio donde la vida es simple supervivencia

La radiografía de la barriada más pobre de España, que los Reyes visitan este lunes, presenta una «isla» de marginalidad a pesar del esfuerzo inversor de las administraciones públicas

El contagio de coronavirus en el Polígono Sur cuadruplica al del resto de Sevilla

Escena cotidiana en una de las calles de las Tres Mil Viviendas Juan Flores

Eduardo Barba

El Polígono Sur de Sevilla ha llegado a sus cincuenta años de existencia convertido de manera oficial en el barrio más pobre de España y con un estigma de marginalidad que va mucho más allá de todas esas cifras de las administraciones que lo han situado a la cabeza de la exclusión. No sólo con números se puede explicar una realidad que ha ido inexorablemente avanzando al agujero negro actual sin que ninguno de los gobernantes de todas las épocas haya sabido frenar ese deterioro imparable. Muchos culpables. Y también muchos inocentes. Precisamente por todo eso, esta zona será este lunes visitada por los Reyes de España en el recorrido que están realizando por los territorios del país una vez desactivado el decreto de alarma a causa de la pandemia de coronavirus Covid-19. Que en lugares como éste del sur del casco urbano hispalense no sólo azota con más dureza durante la fase de contagio sino que golpea incluso con mayor rigor cuando se echa encima la crisis económica que sucede a la sanitaria. Llueve sobre mojado en las calles de un barrio donde todos sus indicadores apuntan en la misma dirección: la vida es aquí un drama. Simple supervivencia.

Seis barriadas «estranguladas»

El Polígono Sur tiene hoy día una población aproximada de unas 40.000 personas, aunque se trata de un registro con enormes fluctuaciones pues hay una enorme movilidad de clanes enteros que entran y salen. Más de la mitad de sus vecinos ni siquiera están censados. Estas urbanizaciones nacieron a finales de los años 60 como un gran parque público de viviendas donde se realojó a mucha población por distintos motivos, sobre todo la especulación urbanística que expulsó a los gitanos de la cava de Triana y a familias de menos recursos de ese arrabal, aunque también desastres naturales como la riada del Tamarguillo. Además, sirvió para acoger quienes venían de infraviviendas o asentamientos chabolistas. Apenas diez años después de la entrega de los primeros bloques, la mayoría de los pisos carecía ya de sus servicios originales, como agua o ascensores, que habían sido objeto de actuaciones vandálicas. En sus confines de 145 hectáreas delimitados entre los barrios de Pineda, Bami, el Tiro de Línea, el Cerro y la carretera de Su Eminencia se engloban algo más de 7.000 viviendas, la mayor parte de ellas del parque público de viviendas de Andalucía (las de AVRA). Las vías del tren han hecho históricamente de «muro» para separar este espacio degradado de núcleos residenciales mucho más prósperos. Seis barriadas conforman esta zona de Sevilla: Paz y Amistad, Antonio Machado, Martínez Montañés, Murillo, La Oliva y Las Letanías . Dos de ellas, la de Murillo (también llamada «Las 800 Viviendas» y dividida en conjuntos denominados por colores para rememorar la paleta del genial pintor sevillano) y muy especialmente la de Martínez Montañés (también conocida como «Las 624 Viviendas» o «Las Vegas»), son las que concentran mayores problemas de marginalidad, delincuencia, drogas y del llamado «chabolismo vertical» en bloques de pisos, tanto que no sólo han generado una imagen prototípica y desgraciadamente muy exportable sino que han servido para englobar a todas las demás barriadas en una sola bajo la denominación popular y ampliamente conocida más allá de la capital andaluza de Las Tres Mil Viviendas . Todos al mismo saco.

Ni trabajo ni dinero

La nueva edición de los Indicadores Urbanos del Instituto Nacional de Estadística (INE), enmarcados en el proyecto europeo Urban Audit sobre las condiciones de vida en las ciudades de la Unión Europea, sitúa al Polígono Sur como el barrio más pobre del país por cuarto año consecutivo en este ranking con una renta anual por persona de 5.112 euros . Poco más de 400 euros mensuales. Obviamente, se trata de los registros oficiales y más allá de ellos subsiste todo un mundo de economía sumergida y supervivencia «en B», pero la cifra aproxima con mucha fidelidad a la realidad. El barrio más rico en esa estadística, El Viso (en Madrid), supera ocho veces en renta (al señalar 43.319 euros anuales) al más pobre. Forma parte el Polígono, además, de un distrito de Sevilla paradójico, el Distrito Sur, pues en él se produce el mayor contraste de la ciudad al limitar con este escenario degradado otros con niveles de renta y de precios de las viviendas de los más elevados de Andalucía. En esta zona desfavorecida, nada menos que el 20% de la población vive en situación de «pobreza severa». Como es obvio, esa marginalidad está íntimamente relacionada con la falta de trabajo, con unas tasas de paro que ronda un escandaloso 60% de la población activa y que es incluso superior entre los jóvenes. Junta de Andalucía, Ayuntamiento y la ayuda de fondos europeos han incidido en talleres de empleo e itinerarios sociolaborales, pero los resultados son todavía raquíticos para el dinero invertido.

Droga y delincuencia, el círculo vicioso

Mirada perdida de un hombre J. Flores

El Polígono Sur es el barrio de Sevilla donde más se han ensayado, sin duda, todo tipo de estrategias contra la exclusión social. Pero el consumo y, sobre todo, el tráfico de drogas no han permitido levantar cabeza a buena parte de esta demarcación. A las importantes deficiencias higiénicas y sanitarias se suma la gran problemática de las adicciones en unas tasas muy altas. El Centro de Tratamiento Ambulatorio que depende del Centro Provincial de Drogodependencias atiende unas mil personas anualmente con diferentes patologías (adictiva-dual), de las cuales la mitad se encuentra en el programa de metadona. En cualquier caso, el consumo de heroína ha ido descendiendo desde hace unos años y hoy día hay más casos patológicos por consumo de alcohol o de cocaína. Siendo malo el lado de las addicciones, el otro lado de esa moneda es aún peor, puesto que el tráfico de estupefacientes ha abocado al barrio a una situación de extrema gravedad por la inseguridad y la delincuencia que rodea al fenómeno, con clanes enfrentados y otros que han debido huir a Torreblanca o Los Pajaritos. La zona de Las Vegas, no obstante, sigue absolutamente controlada por clanes de narcotraficantes y la proliferación de pisos para el consumo ambulante es enorme aún.

Educación, una base rota

Si en la educación están la base de muchos de los problemas sociales, los datos del Polígono Sur en este ámbito siguen siendo preocupantes pese a los esfuerzos de las administraciones públicas. La escasa formación básica y baja cualificación profesional para el mercado laboral están muy relacionados con las cifras educativas:la tasa de absenbtismo escolar ronda todavía un desastroso 27%, mientras que la de fracaso escolar, considerando fracaso como abandono o no titulación en estudios secundarios, está situada nada menos que en el 60%. La creciente competitividad del mercado es una falla insalvable teniendo en cuenta estos números. Tampoco ayudan los embarazos entre adolescentes, que aquí representan el 17% del total, cinco puntos por encima del resto de la ciudad. Los ocho colegios de Primaria y los cuatro institutos de Secundaria tienen ante sí a un gigante. Una de cada cuatro personas de Las Tres Mil no sabe leer ni escribir. Sencillamente terrible.

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