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Crimen machista

El policía que protegía a la mujer de Palmete como víctima de violencia machista: «Se veía venir»

El agente del Grupo Diana de la Policía Local llevó su seguimiento hasta final de mayo de 2017; fue asesinada el 24 de junio y el día antes volvió a pedir irse una casa de acogida

Juicio con jurado por el crimen de violencia de género en Palmete en 2017 Rocío Ruz

Jesús Diaz

La tercera sesión del juicio con jurado en la Audiencia contra F.R.T., acusado de acabar con la vida de su exmujer el 24 de junio de 2017 en la barriada Palmete , se ha celebrado este jueves. En la misma se ha escuchado las manifestaciones de forenses, agentes de la Policía Científica, o del jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, sin embargo, ha sido un agente del Grupo Diana de la Policía Local quien ha puesto el foco sobre lo ocurrido: «Se veía venir».

Este agente fue el encargado del seguimiento de esta mujer como víctima de violencia de género desde agosto de 2016 hasta el último día de mayo de 2017, cuando él cambió de unidad. Cada vez que sucedía un nuevo episodio de amenaza o maltrato en la tormentosa relación de idas y venidas del acusado y la que fue su pareja y madre de sus tres hijos, el agente hacía una nueva valoración de riesgo.

La víctima siempre vivía «con angustia y atemorizada» por las continuas amenazas y sistemáticos quebrantamientos de la orden de alejamiento del acusado, que se enfrenta en este juicio a una condena de cárcel que podría ir desde los 26 años que pide su defensa y los 46 años que reclama la acusación particular que ejerce la familia de la mujer asesinada.

La mujer estuvo en una casa de acogida en Málaga meses antes de que sucediera este crimen. Estaba allí sin sus tres hijos. Los dos menores se habían quedado con los abuelos y el mayor con el padre. Abandonó este servicio porque quería volver con sus hijos y con el varón.

La última petición de una casa, un día antes

De hecho, solicitó volver a una casa de acogida en abril de 2017 . Entonces, según ha narrado el agente local, desde el Grupo Diana le dijeron que para cursar dicha solicitud debía existir una denuncia contra el varón. La mujer dijo que lo haría pero hoy en la sala no se ha sabido si aquella denuncia existió o no. El día antes de morir a manos de su expareja también lo pidió.

El varón fue arrestado el 1 de mayo de 2017 porque se había presentado en la casa de ella para llevarse a uno de sus hijos «por la fuerza». Ante distintas decisiones judiciales, ella «estaba hundida y harta del sistema judicial». A finales de ese mes, cuando ella se encontraba valorada como riesgo medio, fue de nuevo al Grupo Diana para poner en conocimiento de los agentes más amenazas y otra denuncia.

El agente de la Policía Local, que llevaba el seguimiento y protección de cien mujeres víctímas de violencia de género , ha subrayado que el acusado de asesinar a su expareja contaban con órdenes de alejamiento desde el año 2004. En 2014 y 2015 fue detenido por la Policía Local. En 2017, antes de los hechos, fue arrestado dos veces por la Policía Nacional. «Incumplía sistemáticamente las medidas de protección, le daba igual. Se veía venir», ha concluido su testifical.

Otro de los protagonistas de la sesión ha sido el jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional , al frente de la investigación de este crimen. Entre otras cuestiones, ha asegurado que desde la llegada de los agentes a la barriada de Palmete «se conocía» quien era el autor y se le buscó por todas las partes.

Sobre las 21.45 horas, el acusado se personó en la comisaría de Nervión y al primer agente que vio le dijo que «había discutido con su pareja y le había dado tres puñaladas. Quería entregarse». El motivo, a pregunta del propio agente, fue que la pareja era «toxicómana y ejercía la prostitución, estaba harto de la situación ». Estas han sido las palabras del propio agente este jueves en el juicio.

Quería matar a las dos, según la Policía Nacional

El jefe del Grupo de Homicidios ha sido más duro a este respecto y ha dicho que el acusado le comentó que lo había hecho porque «era una puta y una mala madre ». El acusado reconoció los hechos pero no mostró arrepentimiento, según el jefe de la investigación, que ha restado importancia a que el varón dijera donde había tirado el cuchillo porque era «fácil localizar y lo hubieran encontrado sin ayuda». Si bien, un agente de la Policía Científica ha señalado que el descampado donde se encontraba el arma era de «difícil acceso».

Para el jefe del Grupo de Homicidios, « hubo un plan madurado de matarla » por parte del acusado, pues «nadie sale de su casa con un cuchillo de grandes dimensiones y se esconde detrás de un coche si no es para ejecutar una acción como ésa», ha asegurado en base a su experiencia.

En este sentido, ha insistido en que el plan de F.R.T. tenía «inequívocamente ánimo de matar». «Creo que iba a matar a las dos mujeres, pues a la prima le había dado una mala puñalada» .

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