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Política municipal

El PSOE llenó de militantes los distritos de Sevilla tras cambiar el sistema de contratación en 2015

Participa e IU impusieron a Espadas un modelo de contrato mediante listas del SAE, pero a través de éstas entraron decenas de afiliados socialistas

María José Delgado, segunda por la derecha, una de las socialistas contratadas en el distrito Sur ABC

Eduardo Barba

La colocación de militantes del partido en el gobierno municipal, en esta ocasión el PSOE, regresa a primer plano de actualidad tras conocerse los contratos en los talleres del distrito Sur en este arranque del nuevo mandato de Juan Espadas de varios militantes socialistas pertenecientes a esa agrupación del partido. La presencia de miembros del partido en esos talleres del distrito que gestiona ahora la concejal Marisa Gómez o en otros desempeños laborales dentro de los distritos, no obstante, no es precisamente nueva y, en lo que a esta etapa de mando socialista en el Ayuntamiento se refiere, procede especialmente del mandato anterior. Puede afirmarse, de hecho, que el PSOE llenó los distritos de personal con el carnet del partido durante los cuatro años previos. Y lo hizo a pesar de la dificultad que entrañaba el cambio en el modelo de contratación que tuvo que adoptar el gabinete de gobierno local obligado por los dos partidos minoritarios de izquierda con los que Espadas pactó la investidura, Participa Sevilla e IU , que pretendían fiscalizar mejor ese acceso. En balde, parece ser.

En 2015, tras perder el PP la Alcaldía, los socialistas aceptaron como condición de la extrema izquierda que los procesos de selección de los colaboradores de distrito se realizasen a través de oferta pública en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) de la Junta de Andalucía, entonces también en manos del mismo partido que la propia capital hispalense. Se exigieron entonces una serie de requisitos que no siempre se cumplieron (un año al menos de antigüedad como demandante de empleo, estudios y experiencia demostrable en la gestión de talleres socioculturales u organización de este tipo de actividades...) y que no evitaron que en los distritos se contratase a un elevadísimo número de conocidos militantes socialistas de cada área de la ciudad más allá de los requisitos. En función del número de habitantes de cada distrito (y el peso específico de cada agrupación) se calculó cuántos de estos colaboradores entrarían a trabajar en las distintas juntas municipales de distrito.

Varias fuentes apuntan que, una vez licitados los concursos para la adjudicación de dichos talleres, por parte de algunos responsables municipales se mantenían contactos con las empresas que habían resultado escogidas para «repasar» esas listas de demandantes del SAE y que estuvieran incluidos en las mismas un nutrido grupo de afiliados socialistas . Si alguno de ellos no estaba en los listados de desempleados, de hecho, algún responsable del partido con cargo en el propio Consistorio hacía las gestiones necesarias con el SAE para que se incorporara a estas personas. Ambas administraciones estaban gestionadas por el propio PSOE, con lo que debe entenderse que el cauce de comunicación era relativamente sencillo y la capacidad de influencia, alta.

Tanto es así que en este nuevo mandato, que coincide con el cambio de color político en la Junta de Andalucía y el desembarco del PP en la misma, la situación ha variado hasta el punto de que Espadas ha optado por eludir aquella obligación que adquirió con Participa e IU y volver al sistema de contratación anterior, ya no por las listas del SAE ni teniendo que pasar por la Administración regional, en manos del adversario político, sino de nuevo por adjudicaciones a empresas sin tener en cuenta esas listas del paro y dándole a las compañías la supuesta autonomía para contratar a quien considera. Aún así, han seguido entrando militantes en lugar de personas que no lo eran, como se ha visto en el distrito Sur.

Un verdadero aluvión

Muchos de los actuales socialistas que tienen puesto en los distritos, con todo, accedieron durante el mandato anterior, cuando se produjo la entrada masiva a pesar del teórico filtro que suponía el paso por las listas del SAE. En 2015, primer año de Espadas como alcalde, aproximadamente el 80% de los que llegaron a los distritos mediante este sistema fueron militantes del PSOE o bien miembros de Juventudes Socialistas . En algunos distritos como Cerro-Amate, de los cinco que llegaron, tres eran socialistas, y en otros como Casco Antiguo entraron hasta cinco militantes reconocidos. Hubo varios distritos en que fueron cuatro afiliados los que accedieron a los talleres. En el caso del distrito Sur, una de las cuatro coordinadoras del distrito era militante el pasado mandato, pero con la nueva etapa no se ha subrogado el contrato a los tres que no lo eran y se han sustituido por otros tantos con el carnet socialista.

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