Las residencias de estudiantes crecen en Sevilla al ritmo de Madrid y Barcelona
Con nueve proyectos en marcha que suman 4.000 plazas, Sevilla casi iguala en inversión a estas dos grandes capitales, pese a que el tamaño de la universidad es claramente inferior

Sevilla está inmersa desde hace tres años en un auténtico ‘boom’ de residencias de estudiantes . Este tipo de instalaciones ha sido la estrella del mercado inmobiliario, hasta el punto de que se ha convertido en una noticia habitual que los mejores suelos dotacionales ... de la ciudad hayan sido adquiridos, uno detrás de otro, por los grandes fondos de inversión que dominan este negocio. ¿Cuál es la intensidad de esta tendencia? En este momento hay nueve grandes proyectos en marcha en diferentes grados de avance, que sumarán los próximos años más de 3.900 nuevas plazas de alojamiento.
Para hacerse una idea de la magnitud de este movimiento, se trata de una cifra similar a todas las que ya hay actualmente en la ciudad si se suma la oferta de colegios mayores y residencias ya existentes (que estaban en torno a 3.600) . Habrá, por lo tanto, un crecimiento del 100% en apenas un lustro, que está movilizando una inversión superior a los 200 millones de euros.
¿Hay margen para absorber todas estas iniciativas? Según los expertos de este sector, la respuesta es sí... aunque todo tiene un límite y algunos apuntan que el mercado no debería seguir engordando, al menos a esta velocidad. Estas son las cifras: el pasado curso había 77.000 universitarios en la capital andaluza , con lo cual actualmente hay una cama por cada veinte estudiantes (no todos requieren un alojamiento, ya que una parte significativa vive en la ciudad o su área metropolitana).
Cuando los nuevos proyectos concluyan, esta ratio se situará en una cama por cada diez. El gran objetivo de estos nuevos alojamientos es ganarle terreno al tradicional mercado de pisos de alquiler, una oferta poco profesionalizada y de la que no siempre es fácil obtener información de manera transparente.
Auge nacional
Este auge de las residencias no es solo una situación excepcional de Sevilla (aunque en la capital andaluza el número de proyectos es mayor a la media, el ‘boom’ es una tendencia nacional). Según los cálculos de la consultora JLL, en el curso 2019-2020 había en España 94.000 plazas disponibles «frente a una demanda potencial de 526.000 jóvenes susceptibles de necesitar alojamiento». Este desequilibrio ha atraído el interés de los inversores, así que ahora mismo el sector crece a un ritmo muy acelerado.
«En los próximos tres años continuará la tendencia al crecimiento en el número de plazas como consecuencia de la puesta en marcha de numerosos proyectos», remarca el informe de JLL.
«En países como Alemania o Gran Bretaña hay ya desde antiguo una oferta de residencias de estudiantes muy potente, que es la opción preferida para los estudiantes de los primeros cursos universitarios; en España era una carencia histórica , las plazas que existían estaban en muchos casos obsoletas, y ahora se está solventando esa necesidad del mercado de manera muy acelerada», afirma Jeffrey Sújar, consejero delegado de Syllabus by Urbania (compañía que promueve una residencia en el barrio de los Bermejales de 220 habitaciones).
Aunque es un movimiento perceptible en todas las ciudades universitarias, las cifras de crecimiento en Sevilla son especialmente llamativas. Solo dos grandes ciudades como Madrid (donde se están desarrollando 4.154 nuevas plazas) y Barcelona (con 4.331) superan a la capital hispalense con un margen escaso (en Sevilla se promueven casi 4.000 camas). Una ciudad netamente universitaria como Granada está en 1.996 plazas en desarrollo, mientras que Málaga roza las 1.500 y Valencia las 1.700 (estas dos últimas apenas están en la mitad que las cifras de Sevilla).
«En Sevilla se han puesto en marcha un número significativo de proyectos y por el momento no hay que preocuparse por un posible exceso de oferta porque la ciudad tiene capacidad para absorberlos, pero el mercado no debería crecer mucho más si no queremos correr el riesgo de crear una oferta superior a la demanda», incide Sújar.
Y es que a diferencia de lo que ocurre en Madrid o Barcelona, en el caso de la capital andaluza solo el 3% de los alumnos matriculados en en el curso 2018-2019 eran extranjeros. La mayoría de los estudiantes que necesitan alojamiento proceden de pueblos de la provincia o bien de ciudades limítrofes (en torno al 33% de los matriculados), con lo cual es un mercado con limitaciones. «Esto requiere, además, que los precios del alojamiento se ajusten bien a la renta media de los hogares andaluces», añade Sújar. No hay excesivo margen para aquellos proyectos que no tengan un precio en concordancia al presupuesto medio del estudiante universitario en Andalucía.
Grandes inversiones
Los proyectos más sonados -por el impacto tan negativo que han tenido en la arquitectura de la zona- han sido los tres de la Palmera, de los cuales dos (la residencia de Hubr y la One) abrirán ya en el próximo curso, mientras que la tercera debe empezar aún las obras. Sin embargo, en los dos últimos años no han dejado de aflorar nuevas iniciativas en el entorno de los principales campus universitarios de la ciudad , como las de Livensa Living (en las antiguas instalaciones del club Antares en la calle Genaro Parladé), VStudent Aulis (junto al colegio Portaceli), Nodis (en las viejas cocheras de Tussam en Ramón Carande) y la de Syllabus by Urbania en los Bermejales, cuyas obras han comenzado en este mes de julio.
A esto se le suma que hay edificios universitarios que se han reconvertido en residencias, como la antigua sede de Ceade en la Cartuja, que hoy es la residencia Odelys Campus; también el antiguo pabellón de la ONU en la Expo 92 acogerá una residencia. En Dos Hermanas, junto al campus de Loyola , también está prevista una nueva residencia. Los precios oscilan desde 450 euros (en habitaciones compartidas) a 1.000 euros (en apartamentos individuales).
«En Europa las residencias son la opción para los alumnos en primeros cursos de carrera, ya que les permiten entablar relaciones con otros estudiantes desde el primer momento, y centrarse en su inserción en la universidad mientras tienen todos los servicios de alojamientos cubiertos, en unos espacios que además procuran tener su propia agenda de actividades culturales y deportivas», recuerda Sújar, que optó por los Bermejales porque «es un barrio consolidado, cercano a Reina Mercedes y con buenas comunicaciones con la Pablo de Olavide, y en una zona de servicios», frente a zonas más céntricas en las que el suelo del precio encarece el proyecto y en los que no hay una oferta de servicios cercanos». Una vez que avanzan en la carrera y conocen mejor la ciudad y la universidad ya es normal que estudiantes que prefieran pasar a compartir piso.
El informe de JLL recuerda que «la movilidad entre estudiantes matriculados, tanto nacionales como internacionales, es cada año mayor». Cada vez son más los estudiantes españoles «que se desplazan a otras provincias en busca de estudios especializados que no se ofertan en su lugar de residencia; mientras que cada vez más alumnos internacionales eligen España». Esto, unido a «la alta demanda instisfecha y la necesidad de alojamientos de última generación» han situado a España como uno de los focos de inversión en Europa para el sector.
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