El rodaje en la Maestranza que acabó con ocho heridos

El director de cine Benito Perojo filmó en 1930 la película «El embrujo de Sevilla» que ilustra la imagen de la Colección gráfica de ABC . La cinta se montó en Alemania con un reparto en el que destacaban María Fernanda Ladrón de Guevara y Rafael Rivelles además de María Luz Callejo, María Dalbacín y José González Marín.

La producción incluía escenas de una corrida de toros para la que se organizó un festival taurino en la plaza de toros de la Maestranza, que es la escena que puede apreciarse en la imagen. En vez de raíles como se hace en la actualidad, el «travelling» se conseguía empujando el enorme chasis con ruedas que se ve en primer plano.

La filmación tuvo lugar el 25 de julio de 1930 en plena Velá de Santa Ana trianera aunque no consta en las crónicas de la época la hora del rodaje. Sí se sabe que las 140 «señoritas ataviadas con mantilla y mantón de Manila que habían tomado en un festival taurino en la Maestranza para filmar varias escenas de la película El embrujo de Sevilla» aparecieron a las ocho de la tarde en las casetas de la Comisión de Festejos y del Casino de Triana. En la imagen de la Colección gráfica de ABC se aprecian las manchas blancas en los tendidos de sol que corresponden a las mantillas de las muchachas sentadas en el tiro de cámara.

El rodaje, sin embargo, resultó muy accidentado. El matador de toros Manuel del Pozo «Rayito» pasaportó dos ejemplares de la ganadería de Santa Coloma «grandes y bravos en los que estuvo valentísimo y muy lucido» de sendas estocadas, «por lo que fue muy ovacionado y salió en hombros».

El primer toro, «que no entendía nada de cine», saltó al callejón tras los lances de recibo. «Entre los alcanzados por la res, y los que, a impulsos del pánico, se lastimaron al saltar precipitadamente al anillo, hubo que lamentar ocho heridos », según se publicó entonces.

El más perjudicado resultó ser un tambor de la banda de la Cruz Roja , corneado de gravedad por el cornúpeta «en la región torácica con una herida de doce centímetros que interesaba planos musculares en las regiones infrahioidea y supraescapular». También resultó herido el guardia de seguridad número 29, con una fractura de la octava costilla izquierda.

La reseña daba cuenta de que, al tratarse de una corrida excepcional para el rodaje de la película, se había abierto la mano con la prohibición de permanecer en el callejón personas ajenas a la lidia.