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ENTREVISTA

«La sanidad debería centralizarse para que no haya españoles de primera y de segunda»

El científico y oncólogo José Andrés Moreno Nogueira asegura que sería «más barata, lógica y equitativa», y critica las diferencias en la asistencia hospitalaria por zonas: «No se puede tolerar que se mantengan habitaciones con tres camas»

El doctor José Andrés Moreno Nogueira Rocío Ruz

Jesús Álvarez

José Andrés Moreno Nogueira nació en Santiago de Compostela, pero con 12 años se instaló, con su familia, en La Roda de Andalucía. Fundó el área de Oncología del hospital Virgen del Rocío y todos los especialistas que trabajan hoy en ella lo consideran su maestro. Recientemente presentó en el Ateneo de Sevilla el libro « Hitos que cambiaron la historia del cáncer de mama» , donde realiza un recorrido de más de veinte siglos por la historia de este cáncer hasta los avances actuales.

Moreno Nogueira nunca ha fumado en su vida pero ha conocido a muchos médicos, incluso oncólogos, que lo hacían, algo a lo que no encuentra explicación « cuando el cáncer de pulmón es el que más muertos provoca» . Le gusta mucho el trato con los pacientes y ha tratado y curado a miles, aunque también se le murieron muchos. «Yo muero un poco con cada uno de mis pacientes que muere», confiesa a ABC.

Con la crisis se produjeron muchos recortes en la sanidad pública.

Sí. Y eso ha tenido consecuencias. Yo soy asesor científico de la fundación Eco (Excelencia y Calidad en Oncología) y en una de las últimas reuniones se destacó que España estaba hace tres años en el noveno puesto mundial en el ranking de calidad sanitaria y ahora estamos en el puesto 19. Eso es un signo de alarma y los políticos deberían reflexionar. Hay un momento crítico en el que no puedes seguir recortando y ya lo hemos alcanzado. Se han reducido mucho las inversiones en investigación, aparataje y personal. La Asociación Española contra el Cáncer invierte más en investigación que otros organismos. Es la entidad privada que más invierte en España en investigación.

¿Los recortes no se han revertido con la salida de la crisis?

No. Y estas cosas, como algunas enfermedades , dan la cara más tarde, dos o tres años después. Hay que agradecer mucho la inversión en aparataje que hizo la fundación de Amancio Ortega ; si no estaríamos quizá en algún lugar más bajo del ranking mundial. Creo que hay que recortar de gastos inútiles, recortar en lo que no sea imprescindible de la Administración y gastar el dinero en la población.

Sostienen prestigiosos médicos que en la sanidad pública se hizo un puchero para ocho personas y luego se invitó a comer a veinte sin echar más ingredientes a la olla, por decirlo de una manera gráfica.

Así ha sido. Y no han pasado más cosas porque ha aumentado la asistencia privada. Si los enfermos que atienden las compañías privadas, fueran también a la pública, a la que tienen también derecho, sería un caos. Un colapso total.

El número de asegurados ha crecido mucho en los últimos años. Ronda ya el treinta por ciento de la población.

Y ha crecido a un ritmo anual del 6 por ciento durante los últimos cuatro años.

¿Qué tendría que ocurrir para que la sanidad pública recuperara a esas personas?

Yo soy partidario de que la sanidad pública esté centralizada y manejada desde un solo punto. Creo que sería más barata , más lógica y más equitativa para todos los españoles. España no es un país tan grande.

¿Hay españoles de primera y de segunda en materia de asistencia sanitaria?

Sí. Eso son cifras publicadas, no es que lo diga yo. Por eso creo que debería estar centralizado y que, fuera donde uno fuera, todo funcionara igual.

¿Me podría poner algún ejemplo?

A estas alturas, el paciente no sólo busca calidad asistencial sino un cierto confort, por ejemplo, habitaciones individuales, no de tres camas.

Manuel Chaves prometió hace 15 años, siendo presidente de la Junta de Andalucía, habitaciones individuales en los hospitales públicos.

No lo recordaba pero esto es algo muy elemental: hay que tener un poco de intimidad y privacidad porque así lo exige la sociedad . Cuando yo estudiaba en el hospital de las Cinco Llagas, los pacientes estaban en salas con cuarenta y dos camas y el catedrático pasaba consulta rodeado de veinte estudiantes. En García Morato, cuando yo empecé, las habitaciones eran de seis camas y no había aire acondicionado. Los sueros se ponían a sesenta grados por el calor, pero esto ya no es así . Las habitaciones de tres camas hoy no se pueden tolerar.

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