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Hospital Virgen del Rocío

Sevilla roza los 300 trasplantes, 15 de ellos de corazón, pero la edad de los órganos envejece diez años

La edad media de los donantes ha aumentado una década desde 2010, al igual que los tiempos de espera para recibir un corazón en España, por la reducción de la mortalidad en accidentes de tráfico

Luis Martín, coordinador de trasplantes del Virgen del Rocío, Juan José Jurado con su mujer, Rosa, y su hija, junto a Alejandro Asúa, el cirujano que lo operó Manuel Gómez

Jesús Álvarez

El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla sigue siendo la referencia andaluza en trasplantes y donación de órganos (el pasado año fue el primero de España en trasplantes renales infantiles) y roza ya los trescientos en lo que va de año. Este centro ha trasplantado 15 corazones , 37 córneas, 64 hígados y 174 riñones , doce de ellos intantiles; y ha sido también generoso, gracias a sus pacientes fallecidos y familiares, que han donado 80 órganos, tejidos y multitejidos.

El año pasado se produjeron 47 trasplantes por cada millón de habitantes en España, mientras el promedio europeo roza los 20. Sevilla, como el resto del país, duplica la media europea, pero con 54,3 donantes supera el objetivo nacional de 50 trasplantes por cada millón de habitantes.

La tasa de aceptación en Sevilla de donaciones (familias que aceptan ceder los órganos de sus seres queridos fallecidos) es del 90 por ciento, por encima de la media andaluza y nacional , que está en torno al 86 por ciento. Hace quince años esta tasa era del 60 por ciento y hace treinta no llegaba al 40. España sigue siendo , pues, el país más solidario del mundo , pero la progresiva reducción de las muertes de jóvenes en accidentes de tráfico , una de las mejores noticias que ha traído el siglo XXI a nuestras carreteras, está alterando, año tras año, la realidad de los trasplantes en los hospitales españoles y la situación de las personas que confían en recibir un órgano que les permita seguir viviendo.

Luis Martín , coordinador de trasplantes del Virgen del Rocío de Sevilla, asegura que «durante esta década ha envejecido más de diez años la media de los corazones donados, que ha pasado de 35 a 45 años». Más de la mitad de los órganos recibidos tienen ahora más de 60 años .

En 2010, el 70 por ciento de los órganos trasplantados procedía de accidentes de tráfico y su edad media era inferior a 35 años; ahora ese porcentaje se ha reducido hasta el quince o veinte por ciento, a lo cual hay que añadir que la mayor necesidad de corazones, hígados y riñones por el crecimiento de la esperanza de vida de la población.

Al aumentar esta necesidad y reducirse las donaciones de corazones más jóvenes, los tiempos de espera para los pacientes terminales (que antes tardaban dos días en recibir un órgano y ahora deben esperar unas dos semanas , como promedio) están creciendo año a año y los órganos trasplantados pueden durar menos. «No hay un tope de edad para aceptar un corazón, pero nos solemos marcar el tope de sesenta o sesenta y pocos años», cuenta Alejandro Asúa , cirujano del Virgen del Rocío que ha trasplantado más de ochenta corazones a lo largo de su carrera profesional. Recuerda este especialista que hace algunos años se trasplantó un corazón de un donante de más de 70 años y llamó mucho la atención en la comunidad médica. Es posible que tal cosa deje de hacerlo en un futuro muy cercano.

Una donación de una persona de más de 70 años llamaba antes la atención de la comunidad médica. En un futuro muy cercano dejará de hacerlo

Los especialistas observan también con más frecuencia arterias con calcio en los corazones que se trasplantan en el Virgen del Rocío y demás hospitales españoles, a causa de la elevada edad de los donantes, lo que perjudica su funcionalidad y su esperanza de vida. «Los corazones que recibimos son cada vez más añosos y estas durezas en las arterias sugieren que pueden estar enfermos, aunque esto no es una ciencia exacta», asegura Asúa.

El «tocador» de corazones

Este cirujano es uno de los profesionales que suelen viajar al hospital español que recibe un órgano compatible con algún paciente necesitado o en estado terminal adscrito al Virgen del Rocío. El examen lo realizan los especialistas del centro de salud del donante función de su edad, complexión y peso, aparte de la ecografía correspondiente que acredite su buen funcionamiento . «Si la ecografía dice que el corazón es bueno, es raro que no lo sea, pero tenemos que tocar el corazón -dice Asúa-. Tocamos las arterias y si no encontramos nada, quiere decir que tienen poco calcio y están sanas; pero si tocamos todo el trayecto y apreciamos durezas, quiere decir que tienen mucho calcio, lo cual sugiere que esas arterias pueden estar enfermas».

El dilema que se empieza a plantear con frecuencia a cirujanos cardiacos de la sanidad pública como Alejandro es si se aceptan o no trasplantar un corazón de estas características, con una duración limitada, tal vez de diez o doce años , a una persona joven. El problema de los corazones añosos no es el corto plazo, en el que suelen funcionar casi como el de un veinteañero, sino el medio plazo. «Esta decisión que debemos tomar es especialmente difícil si el receptor tiene menos de 40 años y el donante más de 60 porque sabemos que ese órgano no le podrá durar toda la vida», confiesa Asúa. Se puede esperar a recibir un corazón más joven pero el tiempo siempre corre en contra y si el enfermo entra en estado terminal, esa espera podría resultar mortal.

El corazón es el órgano al que más le afecta el paso del tiempo: su desgaste se acelera a partir de los 50 años, lo que no ocurre, por ejemplo, en la córnea, la piel, el hueso, el hígado o el riñón. En ellos la edad no es tan importante ni resulta un hándicap tan grande a la hora de un trasplante.

Juan José Jurado , un pequeño empresario de la localidad sevillana de Herrera, padre de una niña de 16 meses, tiene ahora 41 años pero recibió con 38 el corazón que late ahora en su pecho. «Hasta los 36 años no había entrado nunca en el hospital, aunque era muy hipocondríaco . En 2014 cogí una gripe, la primera de mi vida. Como soy autónomo y no me puedo poner de baja, volví a mi trabajo pero por la noche sentía una fuerte presión en el pecho»

Fue al Virgen del Rocío y allí le detectaron una miocarditis, una inflamación del corazón que fue degenerando hasta la fibrosis. «Estuve dos años entrando y saliendo del hospital, hasta que se me necrosó la mayor parte del corazón -recuerda-. Seguí trabajando hasta que se agravó la cosa y ya no pude más». Entró en el hospital el 1 de mayo de 2016 por su propio pie y ya no saldría de allí hasta 73 días después. Con un corazón nuevo.

Antes de eso tuvieron que conectarle a una máquina ECMO porque su corazón dejó de funcionar, lo cual le hizo entrar automáticamente en la lista urgente de trasplantes . Conectado a esa máquina no hubiera sobrevivido más de un mes, pero recibió un corazón a los dos días de entrar en ese estado, algo que hoy día sería poco probable por la reducción de donaciones de órganos adecuados.

El hospital Virgen del Rocío fue el que más órganos donó de toda España el pasado año y el que más trasplantes realizó (298) de toda Andalucía

Luis Martín recuerda el momento en que recibió la llamaba «salvadora» de un hospital español (no dice cuál, no puede decirlo) y la compatibilidad aparente de ese corazón con la situación y características de Juanjo. « No hubiera aguantado otras dos semanas más con vida y se le puso en la máquina para ganar tiempo. Más de diez días conectados a la máquina esperando un corazón es mucho tiempo», cuenta este profesional.

El trasplante se realizó el 18 de junio en una operación muy compleja que duró cuatro horas, una más de lo habitual en estos casos. El riesgo de que este tipo de operaciones salga mal es de un 10-15 por ciento , pero no intervenir a Juan José hubiera supuesto su muerte. Lo operó Alejandro Asúa , que tiene la misma edad que su paciente y lideró un grupo de nueve personas, dos cirujanos, un anestesista, cuatro enfermeros, un aulixiar y un celador.

Si sumamos a estos nueve profesionales, el personal de la UCI y de planta, estabamos hablando de decenas de personas pendientes del nuevo corazón de Juan José , algo que solo es posible en la sanidad pública española. A su donante y a ella les debe la vida este joven empresario, no sólo la suya sino la de su hija Rosa, que nació el 18 de junio de 2018, justamente dos años después del día que él revivió. Fueron dos vidas, pues, las que nacieron de ese nuevo corazón, a cuyo antiguo propietario y familiares se siente Juan José enormemente agradecido, aunque no sepa nada de ellos, su edad, su sexo o su procedencia.

En Estados Unidos esos datos son públicos y Juan José podría haber visitado a esos familiares para darle las gracias personalmente. Aunque tiene la lógica curiosidad, sabe que no puede preguntar o que no le servirá de nada, si lo hace. « Casualmente, una amiga de Herrera, mi pueblo, perdió a su marido muy joven y donó todos los órganos -cuenta a ABC- y me preguntó, al enterarse de que yo había recibido uno, dónde tenía que llamar para que le informaran de la persona a que le dieron su corazón». Juan José le dijo a la mujer que no sabía esa información pero que iría encantado a ver a su hija para decirle que su padre le había salvado la vida a varias personas como él. « Yo podría llevar su corazón », le dijo también.

Sevilla, con 54,3 donantes por cada millón de habitantes, supera la media nacional. También mejora la tasa de aceptación, en torno al 90 por ciento.

Desde el momento en el que se para el corazón del donante hasta el momento en que empieza a latir en el cuerpo del receptor no deben pasar más allá de cuatro o cinco horas. Si el donante está también en el Virgen del Rocío , hay margen de sobra, pero si está en un hospital, por ejemplo, de Barcelona o La Coruña, la cosa cambia. Mientras se avisa al paciente que va a recibir el corazón, si es que está en su casa y no atado a una máquina como Juan José, un cirujano del Virgen del Rocío va por el corazón al lugar de España donde éste se encuentre.

En 2000 se alcanzó el tope de trasplantes de corazón al año en España, 350, y, a partir de ahí, empezó a bajar. « Si se ha mantenido esa cifra es porque hemos empezado a aceptar a donantes más añosos», recuerda Asúa».

86 personas esperan un órgano en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, de las cuales 12 esperan un corazón. Los médicos confían en que lleguen a tiempo y hacen un llamamiento a la generosidad de la población

En España la primera causa de muerte son los infartos cerebrales y de ahí proceden la mayoría de las donaciones, aunque el avance de la medicina también los está reduciendo, al igual que los mejores hábitos al volante los accidentes de tráfico. El perfil del donante actual es de una persona hipertensa, de mayor edad y con azúcar en la sangre.

El Hospital Virgen del Rocío, que cubre receptores de Sevilla, Huelva y Málaga y fue en 2018 el hospital español con mayor número de donantes, realizó el pasado año 298 trasplantes de órganos sólidos , de los cuales 198 eran riñones, 85 hígados y el resto corazones. Estas cifras lo colocaron a la cabeza de Andalucía, por encima del Reina Sofía de Córdoba , que realiza en nuestra comunidad todos los trasplantes de pulmones y páncreas.

Actualmente hay 86 personas en listas de espera para recibir un órgano en el hospital sevillano, de las cuales 12 necesitan un corazón. « Confiamos en que nos lleguen a tiempo», dicen los médicos . Alguna de ellas lleva ya año y medio esperando.

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