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Sepa qué hacer para recuperarlo

Si se le cae un diente por un golpe, métalo en un vaso de leche que puede reimplantarse

Hoy comienza el primer Simposio Nacional de Traumatismo Dental de la Asociación Española de Endodoncia

Los niños deben proteger su boca cuando hacen deporte ABC

Amalia F.Lérida

Más de 270.000 personas de la provincia de Sevilla han sufrido en algún momento de su vida un traumatismo dental y un elevado porcentaje, un 96%, desconoce que el diente puede reimplantarse tras salirse completamente de la boca por un golpe.

Según la prevalencia estimada en Europa, que se sitúa sitúa en el 14% de la población, la cifra asciende hasta el millón en toda Andalucía.

Son datos más que suficientes para que los expertos se ocupen y preocupen de esta realidad de modo que la Asociación Española de Endodoncia (Aede) ha organizado en Sevilla, hoy y mañana, el primer Simposio Nacional de Traumatismo Dental, que contará con los mejores especialistas andaluces en la materia.

La asociación estima que nueve de cada diez personas no saben que el 80% de los dientes permanentes que salen fuera de la boca por un golpe podrían reimplantarse y mantenerse a medio o largo plazo, eso sí, siempre que se sigan los protocolos adecuados.

Los niños y adolescentes son el grupo de población con mayor incidencia , de hecho, de los 816 casos que atendió el Sistema Andaluz de Salud (SAS) en 2018, el 41% de las lesiones las sufrieron menores de 15 años, con un pico significativo entre los dos y cuatro años, donde se registraron 87 casos. Por sexos, 420 hombres frente a 396 mujeres.

Pero, a pesar del elevado número de casos, el 96% de la población, incluido parte del personal sanitario, desconoce que un endodoncista puede reimplantar la pieza. Eso sí, siempre que se siga un protocolo de actuación y se trate de un diente definitivo y no de leche.

Precisamente por este desconocimiento, desde Aede instan a la Administración a que forme a profesores, monitores deportivos y socorristas sobre la correcta actuación en caso de traumatismo dental, ya que los niños y adolescentes son los que más sufren este tipo de trauma, que se sitúa como el segundo más común en su franja de edad.

«Parte del personal sanitario tampoco conoce los protocolos para reimplantar un diente»

«El 50% de los menores de 16 años sufre un traumatismo dental a lo largo de su vida y ni sus familiares, profesores o entrenadores saben qué deben hacer para que ese diente se pueda reimplantar», explica el presidente de Aede, Miguel Miñana .

Añade que «parte del personal sanitario tampoco conoce los protocolos y para reimplantar un diente, su conservación tras el golpe y el tiempo que transcurre hasta que se pone en manos de unendodoncista es primordial».

Debido a la alta prevalencia es importante conocer los protocolos de actuación para los diferentes casos, ya que en la mayoría de las ocasiones los dientes se pueden salvar.

Una de las posibles situaciones cuando se produce un traumatismo dental es la fractura no complicada , que tiene lugar en el 90% de los casos. En esta ocasión, lo que habría que hacer es encontrar el fragmento del diente, ya que, si se acude inmediatamente al dentista, es posible que pueda ser pegado.

Cuando el diente sale completamente del espacio donde se encuentra alojado nos encontramos ante una avulsión. En primer lugar, hay que saber que las piezas temporales o de leche no deben reimplantarse. Sin embargo, en el caso de los definitivos o permanentes es recomendable intentar salvarlos, ya que el éxito se sitúa en torno al 80%.

«Es fundamental concienciar a la población de que un diente permanente avulsionado debe reimplantarse en menos de 20 minutos, o al menos colocarlo en un vaso de leche y acudir rápidamente a un odontólogo», indica César de Gregorio , endodoncista especializado en traumatismo dental.

Perder un diente, especialmente en pacientes en crecimiento, tiene «graves consecuencias en su desarrollo a nivel óseo y dificulta enormemente las opciones de rehabilitar su función masticatoria y estética en el futuro», advierte De Gregorio.

«En el caso de los niños no usar andadores y no permitir el uso de patines o patinetes sin la protección adecuada»

Tras la avulsión, lo primero es encontrar el diente y cogerlo solamente por la corona para evitar tocar la raíz. Si la pieza está sucia, hay que lavarla lo antes posible con agua fría durante un máximo de 10 segundos y después volverla a colocar en el alveolo (el hueco en el que se alojaba en la boca). Tras este paso, la persona afectada debe morder un pañuelo o gasa para mantener el diente en la posición original.

En ocasiones, especialmente si el afectado es un niño , los nervios pueden impedir la colocación de la pieza en el alveolo. Existen otras dos opciones alternativas: depositar el diente en un vaso con leche o con suero fisiológico; o, si el golpe ha ocurrido en la calle y por tanto no se dispone de otros medios, colocarlo en la mejilla. «Aunque esta última opción es la menos recomendable, ya que es una zona muy contaminada y el diente puede dañarse o incluso ser tragado, en el caso de niños», puntualiza César De Gregorio.

El último paso consistiría en buscar atención profesional especializada preferiblemente antes de una hora .

Una de las causas más comunes de traumatismo dental es la práctica de algún deporte de contacto físico . Por lo tanto, es recomendable el uso de protectores bucales , ya que estos minimizan las consecuencias de los posibles golpes.

La Asociación Internacional de Traumatología Dental (Iadt) recomienda además en el caso de los niños no usar andadores y no permitir el uso de patines o patinetes sin la protección adecuada.

«Las lesiones orales traumáticas suponen un problema de salud pública. Por ello, desde Aede creemos que es muy importante promover la conciencia pública y educar a la población en general y, en particular, a aquella con mayor riesgo de lesión dental, en este caso los niños. Siempre que suceda un traumatismo dental se debe acudir a la consulta dental para saber el alcance que haya podido tener el mismo, y hay que insistir en que la rapidez en la atención previene la aparición de futuras complicaciones. Los endodoncistas estamos capacitados para conservar estos dientes en la cavidad oral, a pesar del traumatismo sufrido. Las lesiones traumáticas son difíciles de predecir y, por tanto, la mejor defensa es actuar con prevención. Los cascos, cinturones de seguridad y protectores bucales disminuyen la gravedad de las lesiones. Pueden encontrase tres clases de protectores bucales: el corriente, el ajustado a la cavidad oral y el hecho a medida, siendo este ultimo el que da mejor protección y es más cómodo de llevar», termina Miguel Miñana.

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