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Urbanismo

Ya sólo queda el solar de la vieja comisaría de la Policía Nacional de la calle Betis

La Junta concluye la primera fase de la demolición. Queda por delante rellenar la ladera para igualar toda la calle

Estado actual del terreno que ocupaba la comisaría de la calle Betis J. M. Serrano

E. Barba

La antigua comisaría de la Policía Nacional de la calle Betis es ya sólo una gran agujero en la ladera que va desde la lámina del Guadalquivir a la propia calle. Los trabajos de demolición que la dirección de Patrimonio de la Junta de Andalucía está realizando en esta zona han concluido en su primera fase, la del derribo del viejo y desvencijado edificio. Ayer ya podía observarse en ese tramo de la dársena cómo las máquinas se llevaban los últimos escombros y quedaba a la vista el enorme agujero con la base de hormigón del edificio. Queda ahora la segunda fase de estos trabajos, que requerirá la reforma paisajística de esa ladera de la calle y un estudio de detalle por parte de la Gerencia de Urbanismo para definir el resultado final de esa ladera con talud que forma la calle con respecto a la propia ribera. La obra, eso sí, permitirá no sólo recuperar ese espacio sino redefinir la acera de la calle para ganar algunos metros más y alinearla con el resto de a vía.

Como adelantó este periódico, el Ayuntamiento de la capital hispalense tenía previsto ubicar en este lugar las famosas manos de mármol del monumento que se está colocando en todas las capitales andaluzas para homenajear a los sanitarios y a todos los profesionales de sectores esenciales que han luchado contra la pandemia de coronavirus, pero finalmente ha desistido y va a buscar otra ubicación cercana por los problemas burocráticos que genera el hecho de que los suelos sean de titularidad autonómica. Esa dificultad técnica ralentizaría mucho la instalación.

La Junta de Andalucía recibió el inmueble de manos de la Administración General del Estado en agosto de 2019, un año después de que la Policía Nacional abandonara ese edificio, que se diseñó en los años 30 del siglo XX como instalaciones del club de remo de la ciudad, para trasladarse a las nuevas instalaciones en Torre Sevilla. Su estado, tras más de un año de abandono, presentaba un notable deterioro como consecuencia de actos vandálicos. En noviembre de 2019, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno , y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas , acordaron poner a disposición de la ciudad los terrenos en los que se ubica el edificio para destinarlos a la continuación del paseo fluvial, ya que tampoco es posible destinar el inmueble a otro uso debido a que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad califica los suelos como Sistema General de Espacios Libres, por lo que no es posible edificar. La Dirección General de Patrimonio adjudicó en concurso público las obras de demolición a la empresa Sólido Obras y Mantenimiento S.A. por un importe de 61.710 euros.

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