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LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA PUEDE SOLUCIONAR EL PROBLEMA DEFINITIVAMENTE

¿Por qué me sudan las manos, la cara y las axilas?

Últimos tratamientos contra la hiperhidrosis o sudoración excesiva

La hiperhidrosis causa mucha incomodidad y afecta la trato con los demás ABC

Amalia F.Lérida

Sin motivo aparente hay personas que le sudan las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas, la cara o el cuero cabelludo y no pueden controlarlo. Es una sensación incómoda que les afecta en sus relaciones sociales y que tiene remedio.

Estamos hablando de una enfermedad denominada hiperhidrosis que no es más que el aumento de la sudoración ecrina.

Según explica la jefa de servicio de Dermatología de Quirónsalud Sagrado Corazón, Amalia Pérez Gil , las glándulas sudoríparas ecrinas son muy numerosas y de distribución universal, pero con especial concentración a nivel de palmas, plantas, axilas, cara y cuero cabelludo. Su función es controlada por el sistema nervioso simpático, si bien funcionalmente es colinérgica, lo que tiene importantes implicaciones clínicas y terapéuticas.

Recalca que, sin duda, el papel de la estimulación nerviosa es fundamental y que, de hecho, todos sabemos que en situaciones estresantes aumenta nuestra sudoración porque la sudoración no es mala, es importante para el control de nuestra temperatura y la creación de una primera barrera de defensa cutánea.

El aumento de sudoración puede afectar a todo el organismo (hiperhidrosis generalizada) o a zonas concretas del mismo (hiperhidrosis focal). La hiperhidrosis focal es proceso bastante habitual (afecta entre el 1 y el 3% de la población), aunque posiblemente no se consulta excesivamente por ello, dada la falta de eficacia, hasta ahora, de los tratamientos instaurados.

Las zonas que más se afectan son las palmas, plantas, axilas y cara. Es un proceso que no suele revestir gravedad, aunque algunas formas de hiperhidrosis generalizada se asocian a enfermedades sistémicas, pero sí deteriora de forma muy importante la calidad de vida de quien la padece.

La terapia de la hiperhidrosis supone recurrir a una serie de medidas escalonadas que nos deatlla la citada doctora.

1. Antisudorales. Se denominan antisudorales a aquellos productos que inhiben la sudoración a diferencia de los desodorantes, que tratan de minimizar el olor. Actualmente los productos comercializados tiene ambas propiedades. Se emplean habitualmente sales de aluminio en forma de aplicación tópica. Su eficacia es baja y generalmente se acompaña de fenómenos irritativos que pueden minimizarse con un uso correcto de la misma.

2. Medicamentos anticolinérgicos . La sudoración se produce por liberación de una sustancia que se llama acetilcolina y los anticolinérgicos son sustancias que actúan sobre ella. El problema es que la acetilcolina interviene en otros procesos como la salivación que también se inhibe con estas sustancias y produce cuadros muy desagradables, por lo que la técnica está ya en desuso. Sin embargo no es una terapia abandonada del todo ya que van apareciendo nuevos productos que son mejor tolerados.

3.En «Archives of Dermatology» se ha publicado la utilidad, en las hiperhidrosis generalizadas, de la oxibutinina clorhidrato , medicamento indicado para el tratamiento de las vejigas neurógenas espasmódicas y que ha mostrado buenos resultados, con aceptables efectos secundarios en las hiperhidrosis generalizadas, lo que supone una expectativa de futuro. En este mismo sentido nuestra corta experiencia con el glicopirrolatotópico en concentraciones entre el 0,5 y el 2%, nos ha dado unos resultados sorprendentes especialmente en la hiperhidrosis facial.

4. Iontoforesis . Es una técnica que consiste en inyectar en la piel sustancias a partir de una corriente eléctrica que pasa, a través del agua desde un polo eléctrico a la piel. Resulta una terapia efectiva, pero difícil de realizar dado el tiempo que conlleva. En el futuro podrían mejorarse sus resultados usando anticolinérgicos tópicos o toxina botulínica.

5. Toxina botulínica . El favorito a día de hoy, sobre todo a nivel axilar. Es un excelente tratamiento para la hiperhidrosis axilar y palmar. Sus principales inconvenientes radican en su precio, el dolor que provoca la infiltración, la necesidad de realizar entre dos y tres tratamiento al año, pues su duración es de 4 a 6 meses. A pesar de todo resulta ser la medida de elección en el momento actual y un hecho que lo avala es que los pacientes solicitan su uso. Aunque no hay demasiados trabajos, también en la hiperhidrosis facial resulta eficaz.

6. Simpatectomia transtorácica . Es un tratamiento que consiste en eliminar los ganglios encargados de estimular la sudoración de axilas y manos. Habitualmente practican los cirujanos torácicos con excelentes resultados en cuanto a la disminución de la sudoración en manos y axilas que además resulta definitiva. Su principal inconveniente estriba en la aparición de la hiperhidrosis compensatoria, es decir el paciente deja de sudar en manos y axilas pero aumenta la sudoración en otras localizaciones (cara, espalda, pecho …)

7. Láser. Se perfila como el futuro inmediato. Elimina las glándulas sudoríparas por calentamiento a través de nuevos modelos de láser. . Tiene entre un 75% y un 95% de respuesta definitiva. Con todo, la experiencia con láser es muy reciente y se necesita tiempo para conocer su eficacia y efectos secundarios.

En cuanto a la solución quirúrgica, según explica José Luis López Villalobos , cirujano torácico de Quirónsalud Sagrado Corazón, consiste evitar la conducción del impulso nervioso mediante la interrupción de la cadena nerviosa simpática a nivel del tórax, ofreciendo una solución definitiva al problema.

«Realizamos una pequeña incisión de unos 5 milímetros en cada axila a través de las cuales se introduce una óptica e instrumental. Se localiza la cadena simpática y se interrumpe, a uno o dos niveles en función de la localización e intensidad de la sudoración. Se trata de una intervención quirúrgica mínimamente invasiva que requiere un ingreso muy corto pudiendo realizarse, incluso, en régimen ambulatorio. Si el paciente se opera por la mañana puede marcharse a su domicilio por la tarde. Se realiza con anestesia general y anestésicos mínimos. Los resultados son muy satisfactorios consiguiendo una resolución de la sudoración excesiva en prácticamente todos los casos», asegura el especialista

Explica que el porcentaje de éxito es muy elevado, la recuperación es rápida y las heridas quirúrgicas muy estéticas, pero que «sin embargo existe un pequeño porcentaje de pacientes que, tras la realización de la intervención, experimentan un ligero aumento de sudoración en otras partes del cuerpo como el pecho, la espalda o la raíz de los muslos».

«A esto es lo que se llama -sigue- López Villalobos- hipersudoración compensatoria y suele ser transitoria, desapareciendo al cabo de unas semanas. Es raro que se mantenga de forma definitiva o que sea de una intensidad excesiva. Es extremadamente raro que reaparezca la sudoración pero, si sucede, en estos casos se puede repetir la técnica quirúrgica».

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