Supermercado Amate
Atraco mortal en Sevilla: el último golpe del Demonio antes de morir
Juan José V. G. había sido arrestado en febrero por un ajuste de cuentas en Los Pajaritos y, tras un corto periodo en prisión provisional, salió en libertad
La Policía Local de Sevilla abatió a un experto atracador que acababa de salir de prisión
Así abatió la Policía Local de Sevilla a un atracador en un supermercado en Amate

El atracador abatido por la Policía Local este viernes en un supermercado del distrito Cerro-Amate era un viejo conocido de los funcionarios policiales. Su apodo el Demonio dio nombre a una banda, muy activa hace dos décadas en Sevilla, y que fue poco ... a poco diluyéndose con la muerte de la mayoría de sus miembros . Juan José V. G., de 36 años y con una hoja de antecedentes extensa, hacía poco que acababa de salir de prisión, una vez más. En febrero había sido arrestado por la Policía Nacional en su barrio de Los Pajaritos, implicado en un ajuste de cuentas . Aquel fue su último golpe antes del atraco que ha acabado pagando con su vida.
«Eso era la crónica de una muerte anunciada. Estaba claro que antes o después algo malo le iba a pasar». Un veterano policía sentencia cuando se le pregunta por este vecino de Los Pajaritos . El pasado 17 de febrero, Juan José era arrestado por última vez por el Grupo de Atracos que estaba investigando el secuestro de un individuo que permaneció unas horas retenido en una vivienda de la calle Candelón . El Demonio fue uno de los seis detenidos en una operación en la que invirtieron varios meses los agentes hasta identificar a todos los implicados. Juan José fue enviado a prisión provisional donde estuvo varias semanas ingresado hasta que recientemente obtuvo la libertad a la espera de juicio.
Este viernes por la tarde accedía armado a un supermercado de la calle Contador. Aunque por extensión los medios ubicamos el escenario en el barrio de Amate, lo cierto es que la calle Contador y sus anexas como Generador o Electricidad forman parte del barrio de La Romería , que pertenece al distrito Cerro-Amate. Juan José, que iba acompañado de otro compinche, encañonó con una escopeta a las cajeras para que les entregaran la recaudación del día, llegando a efectuar al menos un disparo al suelo . En el momento del atraco no había solo trabajadores sino también clientes que por suerte no resultaron heridos.
Cuando se activó el aviso de robo, patrullas de la Policía Nacional y de la Local acudieron al supermercado. Dos agentes municipales accedieron por una puerta lateral que tiene el local para tratar de sorprender a los delincuentes. Según detallan fuentes municipales, cuando Juan José se percató de la presencia policial disparó y los agentes respondieron abriendo fuego. El ladrón fue abatido. Fuentes consultadas por ABC señalan que el cuerpo podría presentar más de un impacto de bala. Si bien este dato no ha sido confirmado por fuentes oficiales que prefieren guardar silencio hasta que culmine la investigación iniciada por el Grupo de Homicidios . Además, aún no se ha detenido al segundo atracador, que está plenamente identificado gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad. Como el Demonio, es un delincuente de largo historial.
El precedente del tiroteo de 2002
El final trágico de este delincuente recuerda al de otros integrantes de una banda que se nutrió durante años de adolescentes de la zona de Los Pajaritos, los cuales se dedicaba principalmente a los robos violentos para financiarse el consumo de drogas. Lo ocurrido este viernes en la calle Contador rememora lo que se vivió el 13 de agosto de 2002, cuando otro atraco perpetrado por integrantes de este grupo acabó con uno de ellos, de sólo 18 años, muerto por los disparos de un agente de la Guardia Civil. Aquello provocó una inmediata reacción de ira en las calles del barrio, con familiares que se enfrentaron a la Policía y los guardias civiles. Durante varias noches se produjeron disturbios en las calles.
El fallecido se llamaba Marcos R. C. y había irrumpido en un estanco de la avenida San Juan de la Cruz para robar. En ese momento había dentro dos guardias civiles de paisano que realizaban una inspección. Los agentes no se identificaron como tal hasta que los atracadores emprendieron la huida. Marcos llevaba una pistola de fogueo con la que apuntó y disparó a uno de los guardias durante la persecución; lo que provocó que el agente abriera fuego contra él. El delincuente murió tras ingresar en el hospital.
La Justicia acabó archivando la causa que se inició contra el funcionario. Concluyó que había actuado de manera «adecuada, proporcional, racional y de acuerdo con los medios que disponía». Asimismo, el juzgado tuvo en cuenta que el delincuente era alguien peligroso, que ya había puesto en peligro la seguridad pública al hacer uso de su arma.
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