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Amenaza yihadista

«Tengo el susto en el cuerpo pero todo está controlado en la Semana Santa de Sevilla»

La amenaza no alteró las procesiones del Miércoles Santo; hubo quien se quedó en casa pero más por la lluvia que por otra cosa

Aznar ayer viendo el paso de la s cofradías en Sevilla Raul Doblado

Mercedes Benítez

«Probablemente tras esta detención, hoy Sevilla sea la ciudad más segura del mundo» . Esa era la conclusión a la que llegaba ayer, Miércoles Santo, tras conocer la detención de un yihadista con serias intenciones de atentar contra la Semana Santa de Sevilla, un cofrade que salió como cada jornada a ver las procesiones del día. Sevilla, en plena temporada alta de turismo con los hoteles al 85 por ciento hasta el miércoles y una previsión de lleno total para la Madrugada y el fin de semana, vivió ayer una jornada de relativa tranquilidad aunque también de cautela y de un gran despliegue de seguridad por las calles. De hecho el dispositivo policial era más que evidente por las calles del centro.

Mucha gente salió, como cada día, a ver las procesiones aunque la amenaza de mal tiempo y las nubes deslucieron más la jornada que la detención anunciada por el propio Ministerio del Interior. «No tenemos miedo», decía Mari Carmen Quintero , abuela de tres nietos, de 8, 5 y 6 años que salieron de nazarenos con toda normalidad en la hermandad del Baratillo. La abuela comentaba a ABC que cosas como esa «pueden pasar cualquier día». Por eso decidieron que los pequeños procesionaran y estaban en primera fila viendo la salida.

En el mismo barrio del Arenal, Beatriz Coto aseguraba que, pese a que tenía «el susto en el cuerpo», estaba convencida de que «todo estaba controlado» porque había «más policía que nunca» . Así ayer iba junto a su pequeño Carlos, de cinco años y su marido, ambos nazarenos del Baratillo.

Ella como otro numeroso público que se concentró para ver salir a la Hermandad aseguraba tener «más miedo al mal tiempo que a otra cosa».

Lo mismo pasaba en otras hermandades. En algunas hubo rezos y peticiones expresas para que no se produzcan este tipo de atentados. Según ha podido saber ABC de fuentes cofradieras, la cuadrilla de costaleros de alguna hermandad rezó una oración para que estas personas «recapaciten» .

Pero también hubo quien tomó la decisión de quedarse en casa o no dejar a sus hijos salir por el centro de la ciudad. «Yo sé que no va a pasar nada, pero por si acaso le he dicho a mis hijos que hoy se queden en casa y lo vean por la tele», aseguraba un padre. «Mi hija saldrá de nazarena pero una vez que entre en la Catedral, si puedo la saco», decía otra madre de otra hermandad de las que ayer tenían previsto hacer estación de penitencia.

Y también los había con miedo. «Yo veo un tipo con barba y salgo corriendo» , decía un joven que aún no ha cumplido los 18 años y que aseguraba que estas cosas le hacen pensar en votar a VOX. Como aún no ha cumplido los 18 años, no podrá hacerlo.

Aznar en un balcón

Yluego estaban los que no se habían enterado de nada y seguían ajenos a todo. Yotras mujeres que hicieron el camino junto a sus pequeños. Una de ellas, hermana del Cristo deBurgos, tenía previsto hacer todo el itinerario (con excepción de la carrrera oficial) junto a su hija. Pero eso tampoco es raro en Sevilla cuando se tiene una niña de seis años.Fue una jornada en la que se vio a José María Aznar y su mujer, Ana Botella, presenciando en dos balcones de la calle Adriano, junto a la Plaza de Toros de la Maestranza, la salida del Baratillo. Pero la presencia de políticos viendo la Semana Santa también es algo normal en Sevilla.

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