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Sevilla

Todo lo que puedes encontrar en El Jueves, el mercadillo más antiguo de Sevilla

Un total de 124 vendedores exponen cada semana sus mercancias en la calle Feria y otras aledañas

Mercadillo de El Jueves, en la calle Feria ABC
María Jesús Pereira

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Todos los jueves por la mañana, la calle Feria se llena de tenderetes siguiendo una tradición centenaria. El Jueves, el mercadillo al aire libre más antiguo de Sevilla, es anterior a la conquista de la ciudad por el rey Fernando III de Castilla, según algunas fuentes. Ya Cervantes menciona este mercadillo en su libro «Rinconete y Cortadillo» . Allí, además de antigüedades, cachivaches, objetos de segunda mano, libros antiguos... se puede encontrar casi de todo. Algunos de sus vendedores llevan décadas exponiendo su mercancía cada jueves en la calle Feria y otras anexas, como Conde de Torrejón, Plaza de Montensión...

Libros y zapatos de segunda mano, bronces, bicicletas, objetos de decoración, monedas antiguas, instrumentos musicales, discos, lámaparas, figuras de porcelana, mantelerías bordadas a mano de antiguos ajuares, trajes de flamenca y de novia, exprimidores, licuadoras, muebles, cuadros al óleo, carteles de Feria, láminas, postales, joyas, herramientas, caballos de madera... en El Jueves se puede encontrar casi de todo, solo en cuestión de tener paciencia. Y, como muchos aficionados a los mercadillos saben, regatear no está prohibido.

Clicks de coleccionismo

La rusa Irina lleva veinte años en Sevilla y tiene un puesto en El Jueves de cosas de segunda mano, entre las que hay abrigos de pieles. Miguel Roma lleva 30 años acudiendo a este mercadillo para vender postales, láminas antiguas y carteles con precios que oscilan entre los 50 céntimos y los 10 euros. Ángel Galindo comenzó hace siete años a vender clicks de Playmobil. «Lo que comenzó siendo un hobby para mí ha terminado siendo mi profesión. Vendo piezas de Playmobil de coleccionismo», indica Galindo, quien señala que «el muñeco más buscado el Príncipe Edouard de Beukelaer, que puede llegar a costar 300 euros».

Ángel Galindo lleva siete años vendiendo clicks de Playmobil en El Jueves

Luis Andújar vende libros de segunda mano desde hace más de cuatro décadas en El Jueves y además preside la asociación que aglutina a 124 vendedores de ese mercadillo. «Por aquí han pasado desde premios Nobel, como Severo Ochoa, Vargas Llosa y Camilo José Cela, a actores internacionales como Gérard Depardieu o Catherine Deneuve. También lo frecuenta el escritor Eslava Galán». Andújar recuerda además que en El Jueves se halló casualmente el llamado bronce Carriazo, obra tartésica que data del siglo VII antes de Cristo.

«De esto no se vive, es más bien un complemento a otros ingresos», dice Andújar, licenciado en Derecho que primero tuvo una librería con otros dos socios en Nervión. «Empezamos a comprar libros usados de Derecho y así comencé con el negocio del libro de segunda mano», añade.

Ahora hay 124 vendedores registrados en la asociación de comerciantes de El Jueves, que tienen delimitadas las calles donde pueden poner sus puestos en un horario de 7 a 15 horas en las calles Feria, plaza de Montesión y Conde de Torrejón. «Antes éramos todos sevillanos. Ahora hay tres rumanos, un sueco, un chino, dos rusos... Entre nosotros también hay licenciados, entre ellos búlgaros, españoles y marroquíes», declara Andújar.

Luis Andújar lleva más de cuatro décadas vendiendo libros en El Jueves ABC

León Urtecho, asesor legal de la Asociación de Comerciantes de El Jueves, recuerda que en 2010 se pensó en regularizar el mercardillo y comenzaron las negoaciones con el Ayuntamiento, acordándose la creación de una asociación que distribuye los puestos y mantiene el orden». Además, explica que la Policía actúa cuando aparecen puestos clandestinos en calles donde no está autorizado el mercadillo, como en la calle Almirante Espinosa.

La Asociación de Comerciantes de El Jueves cobra a cada vendedor 3 tres euros al día y, a cambio, facilita a los socios toldos, mesas, sombrillas, bolsas de plástico y se preocupa de que los vendedores dejen todo limpio al acabar para que no haya problemas con los vecinos.

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