El «tranvibús», una alternativa barata para no construir la línea 2 de metro de Sevilla

Lo llamativo en este caso es que el trazado previsto para el «tranvibús» sustituye literalmente a la línea 2 de metro que se proyectó en el diseño de la red completa, lo que quiere decir que el Ayuntamiento renuncia al suburbano y apuesta por un sistema en superficie que estará sometido a las inclemencias del tráfico y, además, lo condicionará.

Según vende el gobierno municipal, el objetivo principal del «tranvibús» recogido en el Plan de Movilidad Urbana es generar una línea de alta capacidad en carril bus segregado con prioridad de paso y dotada para vehículos cero emisiones entre Sevilla Este-Torreblanca y Santa Justa, así como la adquisición de las unidades de autobuses articulados 100% eléctricos necesarias para este nuevo servicio. El presupuesto de esta actuación asciende a 31 millones de euros de los cuales 23,8 son fondos europeos.

El alcalde ha detallado que estos «tranvibús» pueden ir por vía o por plataforma reservada y que los plazos previstos fijan la puesta en marcha en diciembre de 2023 de dos líneas desde Santa Justa hacia Sevilla Este-Torreblanca y el Centro.

La primera de las líneas de «tranvibús», la de Santa Justa a Sevilla Este-Torreblanca , contará con 8,6 kilómetros y once vehículos y es la respuesta «urgente» que «quiere dar el gobierno de Espadas a los vecinos de este distrito mientras se hace realidad la línea 2 del metro». El alcalde se ha justificado estos días diciendo que «no estamos renunciando a la línea 2» y sí «anticipándonos» a la llegada de esa infraestructura, que según él se abordará tras la construcción de la línea 3, que es en la que está programada en estos momentos la Junta de Andalucía con la actualización de los proyectos constructivos. Pero la excusa no ha convencido a nadie. Si el Ayuntamiento invierte más de 30 millones de euros en un autobús eléctrico con carril propio para conectar Santa Justa con Sevilla Este, será muy difícil justificar en el futuro otra inversión para construir el metro siguiendo un trazado idéntico.

La citada línea 2 desde la calle Aeronáutica en Sevilla Este hasta Torre Triana . En su itinerario se contemplaban 16 paradas y dos conexiones con las líneas 3 y Circular. Concretamente, desde Aeronáutica avanzaba por Adelfa, Ciencias y el Palacio de Congresos (Fibes) para culminar la primera parte del trazado por las avenidas Luis Uruñuela y Montesierra. En el Polígono Carretera Amarilla, junto al centro comercial Los Arcos, estaba prevista la conexión con la línea Circular que rodea todo el centro de la ciudad. Y a partir de ahí iba hasta Santa Justa. Esta es la parte que suplirá el «tranvibús» , ya que la otra mitad de la línea ni siquiera tiene alternativa. En este caso, su recorrido iba desde la estación principal de trenes hasta la Puerta Osario, donde conectaría con la línea 3, y de ahí a Cristo de Burgos, Plaza del Duque, Plaza de Armas y Torre Triana, cerrando así el eje Este-Oeste del metro.

Pero este proyecto lleva años enterrado y sin revisión por parte de las administraciones. Como ha ocurrido con la línea 3, cuando la Junta de Andalucía saque el diseño del cajón en el que lo dejó el anterior gobierno se verá obligada a actualizar el proyecto constructivo , lo que supondrá un trámite de al menos tres años más hasta poder licitar la obra, contando siempre con que tenga financiación disponible para acometerla. Por lo tanto, el «tranvibús» no es más que una solución barata a la inacción de los responsables públicos con la red de metro de Sevilla y para enterrar definitivamente la única línea de todas las previstas que tenía paradas en el centro histórico de la ciudad. El problema es que para construir los 11,7 kilómetros de este trazado bajo tierra se requiere una inversión de 1.218 millones de euros, de manera que el Ayuntamiento lo arreglará por 30 millones que, además, aporta Bruselas. Esa es toda la historia.