Sevilla
Vuelta al inicio tras gastar 133 millones en los túneles fallidos de la SE-40
La tuneladora sólo sirve para este proyecto y no se podrá utilizar en otra obra

Mientras los técnicos de las consultoras de ingeniería de Ayesa y Fhecor avanzan en el estudio de alternativas para el tramo del río de la SE-40 , los funcionarios del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana sacan la calculadora para ver lo ... que se lleva gastado. En un cálculo de trazo grueso y con los datos que han trascendido públicamente, esa cifra alcanza los 133 millones de euros entre lo que se ha ejecutado, la compra de una de las tuneladoras, su mantenimiento y el proyecto constructivo que se redactó para los túneles originales bajo el Guadalquivir. Con eso bien se podría haber construido un nuevo tramo de la circunvalación, uniendo por ejemplo Valencina y la Algaba, que sigue pendiente o incluso se podría haber hecho diez años antes la obra de ampliación del puente del Centenario que ya está en marcha y que tiene un presupuesto muy parecido.
Más de la mitad de esta ingente cantidad de dinero se ha ido en la ejecución de los primeros trabajos , cuando se empezaron a levantar las embocaduras de los túneles en 2009 y, por lo visto, comenzaron los problemas técnicos para trabajar en el subsuelo que no se hicieron públicos hasta años después. La inundación de aquellas construcciones es lo que generó las primeras dudas, luego la crisis económica hizo el resto. Hasta ochenta millones se gastaron, según confirmó el director general de Carreteras, Javier Herrero , durante su única visita oficial a Sevilla en noviembre de 2020. F ue entonces cuando anunció la cancelación definitiva del proyecto tras una década de abandono y el anuncio de un estudio para buscar otras soluciones más viables.
Ocho años antes una de las UTE que tenía adjudicado este proyecto había adquirido la tuneladora que llegó en barco a Sevilla, como muestra la imagen que acompaña a esta información. La enorme mole de 14 metros de diámetro, que equivale a cuatro plantas de un edificio, fue desembalada en 2012 tras un desembolso de 42 millones de euros a una empresa francesa que la había fabricado en exclusiva para este proyecto . En tamaño es el doble de la que se utilizó algunos años antes para la línea 1 del metro y también en el coste.
La máquina se presentó, se desmontó y se guardó en una nave en Coria del Río, muy cerca del tajo de la obra en la que debía ser utilizada, pero no ha llegado ni a estrenarse. Allí permanece bajo llave con un servicio de mantenimiento y vigilancia que tiene un coste de 100.000 euros al mes. En todo este tiempo se ha pulido ya casi otros diez millones.
Finalmente hay que añadir el coste de la redacción del proyecto que se adjudicó a la sevillana Ayesa , curiosamente la misma que ahora analiza la viabilidad de un puente o una nueva pareja de túneles para resolver el paso del río. El coste de aquel encargo rondó el millón de euros.
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