Público y privado
ESTAS cosas tiene la colaboración público privada, que está muy bien para Alemania, pero aquí la Administración no es precisamente un engranaje perfecto; porque los relojes no son los de Suiza, sino que atrasan o adelantan por intereses empresariales o electorales, y porque aquí un imprevisto no es una excepción sino la norma. Recuerdo que la exconsejera Gutierrez dijo «¡nunca mais!», pero ya no es concejera.
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