ESCAPADAS
El parque natural de la Sierra de Baza, el auténtico encanto de lo desconocido
Este espacio que cuenta con una destacada riqueza medioambiental y paisajística, se ubica en la provincia de Granada
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Nuestros pasos se van a encaminar en la jornada de hoy hacia el noreste de la provincia de Granada, la que es sin lugar a dudas una de las tierras más privilegiadas de toda España. Una provincia en la que podemos encontrar prácticamente de todo, desde ciudades espectaculares hasta altas montañas, pasando por impresionantes bosques, parajes en los que parece que no ha caminado nunca un alma y también playas de agua cristalina.
Si hay algo que abunda en Granada son sin lugar a dudas las montañas, ya que en esta tierra las hay de todos los colores, tamaños y formas. Más allá de destinos conocidos por los amantes de la naturaleza como pueden ser Sierra Nevada o Las Alpujarras, la provincia granadina aún guarda otros secretos, menos masificados, pero que igualmente cuentan con un importante encanto para que los viajeros más curiosos los puedan descubrir de manera tranquila y sosegada.
Uno de estos lugares, que no son necesariamente conocidos de manera profunda por el gran público, pero que guardan muchos secretos que no nos van a defraudar, es sin lugar a dudas el parque natural de la Sierra de Baza. Se encuentra situado de manera íntegra en el interior de la provincia de Granada, limitando en algunos puntos con la provincia de Almería, y es un lugar ideal para aquellos que estén buscando naturaleza en su máxima expresión y paisajes prácticamente vírgenes, donde la mano del ser humano apenas ha dejado huella.
Las montañas son las inquilinas más importantes de todo este paraje natural, en el que tenemos cimas que van desde los 845 metros hasta los imponentes 2.269 metros que tiene el denominado Calar de Santa Bárbara, que se eleva hasta el cielo siendo el verdadero techo de todas estas tierras.
Desde el punto de vista medioambiental, según los lugares del parque natural en los que nos movamos, iremos siendo testigos de cómo va cambiando el paisaje, ya que encontraremos especies que se ven adaptando a las diferentes altitudes. Así podemos contemplar encinas, arces, quejigos y por supuesto el pino silvestre, que es uno de los árboles más emblemáticos de toda la zona. En cuanto a la fauna propia de estos bosques y parajes hay que destacan especies como el ciervo, el zorro, la gineta o el gato montés. Todos ellos componen paisajes muy salvajes, donde la naturaleza se ha expresado con un talento especial.
En relación a la presencia de diferentes especies de mamíferos, es el otoño uno de los mejores momentos de todo el año para visitar estas tierras, ya que llega el apogeo del fenómeno conocido de manera popular como la berrea. Los momentos de luz y de clima templado se pueden aprovechar para recorrer los bosques recolectando setas y trufas, y ya cuando poco a poco va llegando el atardecer, es el momento de disfrutar del auténtico espectáculo de sonidos que van a protagonizar los ciervos, que con sus fuertes bramidos tratan de impresionar a las hembras en busca del apareamiento.
Tierras con mucha historia
Al margen del interés natural, no podemos olvidar que estamos en tierras que cuentan con una destacada historia, por las que han pasado numerosas civilizaciones a lo largo de los siglos. Aquí se han encontrado numerosos restos arqueológicos de gran valor, que se encuentran en la actualidad en el Museo Arqueológico de Baza, un lugar que cuenta con una visita más que interesante. Parajes que han sido un nudo estratégico de comunicaciones desde el principio de los tiempos, lo que le confiere al lugar una importante riqueza antropológica.
Hasta mediados de la década de los 50 del pasado siglo XX se mantuvieron activos algunos núcleos de población o poblados que se encontraban en diferentes ubicaciones del parque. Lugares que fueron posibles gracias al desarrollo de la minería, la ganadería y la agricultura. En la actualidad se pueden visitar los restos de estos poblados, entre los que destacan Los Mellizos, El Tesorero o El Raposo.
Estas tierras serranas son perfectas para conocerlas practicando un deporte tan interesante como por ejemplo el senderismo, ya que el parque está atravesado por el GR-7, un Sendero de Gran Recorrido que recorre toda la península ibérica desde Andorra a Gibraltar. En total, nada más y nada menos que 36 kilómetros de bellas pistas forestales que se despliegan a lo largo de toda la comarca.
El Parque Natural Sierra de Baza cuenta con una superficie de 53.000 hectáreas, en un territorio que es también ideal para la práctica del cicloturismo y la bicicleta de montaña. No en vano existen una serie de rutas que se han diseñado pensando en este tipo de deportistas, para que prácticamente puedan conocer el parque en su totalidad. Rutas que son aptas para todos los niveles y que van desde un gran recorrido que surca todo el parque, así como todos los municipios que forman parte del parque, como recorridos pensados para las familias. Para los más atrevidos y expertos, hay una ruta que se ha sido diseñada por David Valero, subcampeón mundial de ciclismo de montaña en 2022 y que se denomina Carril cicloturista BTT Baza-Carretón.
Muchas opciones de disfrute en un territorio que no defraudará al visitante, que puede compaginar la visita a territorios de un gran valor medioambiental con las visitas a las diferentes localidades que se encuentran en el interior del parque como es el caso de Baza, Caniles, Dólar, Gor y Valle de Zalabí.
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