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Naturaleza

Primavera en el jardín de los Loring: un recorrido por la finca de La Concepción de Málaga

La hacienda, a solo 5 kilómetros del centro, esconde un oasis de naturaleza, con más de 3.000 especies botánicas, palacios, templetes y un mirador con vistas espectaculares de la capital

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Pablo Marinetto

Un viaje solo asequible para gente pudiente a mediados del siglo XIX dio lugar a uno de los rincones más cautivadores de Málaga. A escasos 5 kilómetros del centro se encuentra la hacienda de La Concepción , un espectacular jardín botánico-histórico que debe ocupar el primer puesto en una ruta por la capital para los amantes de la naturaleza.

La primavera en sin lugar a dudas una de las mejores épocas del año para recorrer las cerca de 23 hectáreas que conforman esta finca de estilo paisajista inglés que acoge en su interior más de 50.000 plantas. Especies tropicales, subtropicales, palmeras, bambúes o plantas acuáticas están en el catálogo de este pulmón verde de la ciudad cuya historia no deja indiferente.

La Concepción es el resultado de la unión de varias fincas situadas a orillas del río Guadalmedina, en el acceso a la ciudad por el norte. En su origen acogía cultivos de cereales, olivos, almendros, vides y, sobre todo, cítricos. Si a alguien hay que agradecer esta joya paisajística y arquitectónica -el jardín está salpicado de palacios, templetes y miradores- es a los marqueses de Casa Loring : Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia Livermore, hijos ambos de conocidos empresarios que llegaron a la ciudad en busca de fortuna.

El matrimonio tuvo la idea de diseñar este oasis para los sentidos tras visitar multitud de palacios, villas, parques, haciendas y jardines botánicos durante su viaje de novios, realizado por toda Europa siete años antes. El jardinero francés Jacinto Chamoussent fue su mano derecha y el encargado de seleccionar y aclimatar a Málaga la infinidad de plantas exóticas que trajeron los marqueses.

Aunque el jardín se granjeó fama en todo el continente , no fue precisamente por sus especies botánicas, sino por una magnífica colección de restos arqueológicos reunida en la finca junto al Museo Loringiano, un templete de estilo dórico que se construyó en 1859 teniendo como base un mosaico romano descubierto en la villa de Cártama.

Durante años el matrimonio Loring se preocupó de recuperar cuantos restos arqueológicos tuvieran a su alcance, con una pieza que destaca por encima de todas las demás: la conocida como Lex Flavia Malacitana , una pieza de bronce en la que están inscritos los estatutos fundacionales de Málaga como ciudad romana y que hoy día está en el Museo Arqueológico Nacional. Otras piezas que componían la colección se hallan en el Museo Provincial de la Aduana.

En 1911 La Concepción fue vendida al matrimonio bilbaíno formado por Rafael Echevarría y Amalia Echevarrieta, quienes ampliaron el jardín con nuevas zonas como el arroyo de la Ninfa, la Avenida de Palmeras y el Mirador hacia la ciudad. También introdujeron numerosas esculturas contemporáneas entre las zonas ajardinadas, que se sumaban a las ya existentes de carácter arqueológico.

La glicinia envuelve un cenador de hierro del siglo XIX EP

En 1943 el jardín fue declarado oficialmente jardín histórico artístico, considerado actualmente Bien de Interés Cultural (BIC) . Cuando el matrimonio falleció, La Concepción pasó a manos del hermano de Amalia, Horacio Echevarrieta, quién conservó la hacienda en perfecto estado hasta su muerte en 1963. A partir de entonces la finca entró en  decadencia , con el abandono por sus herederos de sus edificios y jardines, hasta que en 1990, la finca fue adquirida por el Ayuntamiento de Málaga por 600 millones de pesetas (3.606.073 euros).

Tras algunas obras de infraestructura y adecuación, fue abierta al público en 1994 con dos fines principales: conservar y mejorar el jardín histórico, y constituir en el resto un jardín botánico donde las colecciones de plantas tengan fines didácticos y científicos.

El jardín histórico ocupa 3,5 hectáreas y de él destaca fundamentalmente su característica topografía, un intacto trazado y la colección de flora subtropical que alberga. Situado en la ladera de una pequeña montaña y con un diseño paisajista, se suceden las cascadas, riachuelos, fuentes, escalinatas, invernaderos , grandes árboles y ancianas palmeras que constituyen una de las mejores colecciones existentes en Europa.

De las más de 3.000 especies presentes en la finca destaca la arboleda monumental, con ejemplares centenarios de ficus (Ficus microcarpa y F. macrophylla), araucarias (Araucaria heterophylla y A. bidwilli), casuarinas, magnolios, pinos, cipreses y cedros, entre otros. Existen también cicas (Cycas revoluta y C. circinalis), aves del paraíso gigantes (Strelitzia nicolai), bambúes (Phyllostachys nigra, Bambusa vulgaris, etc.), nenúfares y una singular glicinia trepadora (Wisteria sinensis) que cubre un enorme cenador en hierro del siglo XIX.

Rodeando el jardín histórico se encuentra el jardín botánico, donde las colecciones de plantas están organizadas bajo un criterio puramente científico. Así se puede ver cerca de la entrada una colección de plantas acuáticas , otra de las denominadas plantas prehistóricas, «la rocalla de la biodiversidad», un invernadero con insectívoras, bromelias y orquídeas; una colección de plantas africanas y otra de bambúes.

Al norte de la finca se puede visitar la ruta «La vuelta al mundo en 80 árboles»; otra colección de palmeras, que se suma a la existente en el jardín histórico; una colección de variedades de vides malagueñas y otra de olivos en la zona de «Las plantas de nuestra tierra». La franja superior del jardín histórico está recorrida por la ruta forestal y la de los miradores, ambas con plantas autóctonas. En la parte más al sur se ubica la colección de cactáceas y suculentas, la de frutales subtropicales y el limonar histórico.

Palacete de los marqueses de Casa Loring SUR

Una parada obligada en el recorrido por La Concepción es su mansión , edificada como residencia de recreo a partir de la adquisición de la finca por Jorge Loring y Amalia Heredia en 1855. Fue construida por el arquitecto alemán August Orth, con un estilo clásico y situada en lo alto de una colina desde donde se divisaba toda la finca e incluso la catedral de Málaga y el mar.

En el interior, dispone de un patio central con una fuente de mármol y dos alturas con una galería para las habitaciones del piso superior. En plena actividad, tenía varios salones, sala de billar, capilla, cocinas, bodega, numerosos aposentos y una celebrada biblioteca, donde se reunieron manuscritos inéditos , libros del siglo XV, obras clásicas y todo cuanto se publicara relacionado con la historia de Málaga.

En la Casa-Palacio, que restaurada por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Málaga entre los años 2004 y 2007, se celebraban numerosas tertulias y reuniones, a las que, invitados por los marqueses, acudían grandes personajes de la época , como aristócratas, políticos y artistas, entre los que destacan Sissi, la emperatriz de Austria; Cánovas del Castillo o Romero Robledo entre otros. Tanto es así, que raro el día en que la prensa de la época no se hacía eco de las veladas celebradas en la hacienda, que incluían representaciones teatrales e incluso bodas.

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