Relajación con Aires de Sevilla

Aire de Sevilla ofrece una experiencia que te sumergirá en las aguas y la relajación de unos antiguos baños árabes

abc

20/03/2015
Actualizado a las 17:27h.

Cuando uno se va de turismo, todo se convierte en un ir y venir, un subir y bajar, un despertarse pronto y acostarse tarde con los pies molidos, las piernas cargadas, y la cabeza saturada de tantos impactos visuales y tantos datos. Si el lugar visitado es Sevilla, el número de experiencias puede parecer interminable. Por eso es bueno sacar un par de horas para un momento de relax y así recargar las pilas.

Baños árabes para cuerpo y mente

Una de las actividades que más se han puesto de moda en nuestra sociedad es la de relajarse en un spa. Y estando en Sevilla, este tipo de lugares evoca a baños árabes, a antiguas termas, a ladrillo visto y a lámparas de luz tenue. Y precisamente así es Aire de Sevilla, uno de los spas más internacionales de la capital hispalense, ubicado en una antigua casa palaciega del siglo XVI construido sobre las ruinas de unas ruinas romanas del siglo I.

Baños termales y aromaterapia

Una de las piscinas de Aire de Sevilla. Fuente: airedesevilla.com

Las piscinas están preparadas a diferentes temperaturas, y algunas tienen nombres tan exóticos como el Baño de los Mil Chorros, o el Hammam o Baño de Vapor. Se pude incluso disfrutar de un baño bajo la bóveda romana original, donde el visitante tiene a su disposición el Baño de Sal.

Diferentes tratamientos y servicios

Sin embargo, Aire de Sevilla ofrece muchas otras experiencias, preparadas para adaptarse a las necesidades (y por qué no decirlo, al bolsillo también) de cada visitante. Desde breves masajes relajantes hasta masajes a cuatro manos, pasando por actividades mucho más exóticas como la chocoterapia, el Ritual del Agua, o el ritual de Argán.

Todos estos servicios se pueden contratar desde la página web oficial de Aire de Sevilla, donde ofrecen una información completa de cada uno de los servicios así como una agenda en la que poder seleccionar la hora a la que se quiere visitar las instalaciones (algo recomendable si no se quiere llegar para comprobar que el aforo está completo).