Pedro Pérez sufría una disfunción cardíaca irreversible y le quedaban pocas semanas de vida. Sin embargo, tras una intervención en el Hospital Universitario Doce de Octubre, en Madrid, se ha convertido en el primer paciente en España que lleva implantado un corazón artificial definitivo.Ahora hace vida normal. Sólo tiene que llevar una consola que, mediante un cable, le proporciona energía. El paciente solo tiene que preocuparse de cargar las baterías, que le dan una autonomía de 12 horas, lo suficiente para que la vida de Pedro haya cambiado por completo.