Tras el pitido del final del partido y con los jugadores ya en los vestuarios decenas de seguidores del Anderlecht saltaron al césped para refugiarse de los objetos que caían desde la grada superior, mientras otros aficionados del Athletic saltaban por el fondo opuesto para enfrentarse con ellos. Ya en la zona mixta Orbaiz aseguró que el deporte "tiene que ser algo más limpio que todo esto" y su compañero Toquero tamibén dejó claro que éstos actos no tienen lugar en un campod de fútbol: "es una pena que la fiesta del fútbol se ensucie por actos como éstos".