No podía ser en otro sitio. En una playa de California, miles de surfistas han rendido homenaje al tres veces campeón del mundo de Surf. Dicen que era el mejor. Tenía 32 años y hace unos días lo encontraron muerto en su casa de Hawaii. El homenaje póstumo lo hicieron en el agua, subidos a sus tablas, lo que mejor sabía hacer Andy Irons.