Michelle Obama y su hija Sasha pasaron ayer el día en Granada y cumplieron con todo el protocolo de cualquier turista. En primer lugar, degustaron un helado en el histórico establecimiento "Los italianos". Después, la tradicional visita a la Capilla Real -donde descansan los cuerpos de los Reyes Católicos- y a la Catedral. A continuación, espectáculo flamenco en una cueva del Sacromonte, cuna del flamenco gitano de Granada. Y, tras una cena ligera en el Parador, el broche de oro al atardecer: visita al Palacio de Carlos V y los palacios de la Alhambra, con un recorrido especial por las dependencias nazaríes.Después de esta ajetreada jornada, volvieron a su hotel en Málaga, donde se espera que hoy disfruten de un día de playa y más relajado.