Si está a punto de celebrar un festejo, boda o bautizo, cuidado: la Sociedad General de Autores podría colarse entre sus invitados. Una vez dentro actúan como detectives: graban la música y el baile y utilizan el vídeo para demostrar que se ponen canciones protegidas sin pagar.Es lo que ocurrió en una boda en Sevilla. Los dueños del salón fueron obligados a pagar 40.000 euros de canon musical. Pero ahora la SGAE tendrá que pagar a los novios más de 60.000 euros por vulnerar su intimidad.A pesar de la sanción, la SGAE volvió a actuar en otro salón de bodas. Si se demuestra este segundo caso, la sanción podría ser mayor por haber reincidencia.

