SIMOF 2011
Gitanas de película y la elegancia de Lina cierran Simof
La manga larga, los volantes canasteros y el rojo y negro se configuran como las principales novedades para la Feria
Dicen los sociólogos que el marrón siempre se ha considerado un color «de pobres» por ser éste el tono que tiñen los hábitos franciscanos. Y parece ser que por vivir en tiempos austeros y tras lo visto en Simof, la próxima feria se vestirá de tintes chocolates, castaños, crema y tostados. De la mano del marrón irá el negro, color de la crisis por excelencia y por el que se han decantado la mayoría de los diseñadores durante los cuatro días de la muestra.
Ayer abrió Cañavate con unas flamencas con aires de divas del cine clásico que se enfundan guantes y gafas de sol para los días de feria. La firma gaditana subió el talle en los trajes cortos siguiendo ese aire retro que inunda cada una de sus creaciones. Predominó la combinación blanco, negro y rojo, dejando el marrón para la noche. Por su parte, Sevillanía se desmarcó con una explosión de color y algarabía. Pepe Fernández optó por dejar la espalda casi al descubierto y mostró gasas degradadas. Los lunares también estuvieron muy presentes, solos o combinados entre ellos.
En el pase de creaciones Maricruz predominó el azul en todas sus posibilidades: del bebé al aguamarina, así como el rojo y el rosa. Maricruz no olvidó a las pequeñas de la casa, para las que confecciona réplicas a su medida de los diseños.
Azul también fue el color protagonista para Rosalía Zahíno y Encarna Solá quienes encuentran ideas en el mundo de los piratas. Las siluetas muy marcadas, elementos tomados de la corsetería, tachuelas, parches, perlas, cinturones, lazos, encajes, tocados que simulan galeones… todo estuvo subordinado a la misma idea y la misma inspiración. De los corsarios, Zahíno traslada además levitas y chaquetas en rojo.
Clasicismo: Lina
Lina trajo la atemporalidad a la pasarela. Una vez más, la emblemática casa brindó una sucesión de trajes de corte clásico con enormes volantes. De los lunares blancos del inicio fueron apareciendo vestidos rosas, azules y verdes hasta rematar la noche con propuestas en negro y rojo. Rocío Montero recuperó los mantoncillos, algo olvidados en otros desfiles así como los grandes complementos. Para el Rocío, Lina se decantó por camisas de gasa y faldas que se acompañan de cinturones de cuero.
Faly, de la Feria al Rocío presentó trajes de manga larga confeccionados en tejidos artesanales. Por último, Carmen Vega fue la encargada de poner el punto y final a un domingo en el que desfilaron la bailaora Cecilia Gómez por la mañana y María José Suárez, por la tarde.
Durante los cuatro días que ha durado Simof, por los salones de Fibes han pasado más de 55.000 personas que han podido contemplar 90 expositores y en los que se han mostrado más de 1.300 trajes de flamenca, según informan los organizadores. En cuanto a los desfiles, este año han participado 30 firmas, dos más que el pasado.
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