Errores que cometemos al desmaquillarnos

Errores que cometemos cuando nos desmaquillamos

¿Usas toallitas desmaquillantes habitualmente? ¿Te quitas el maquillaje con cualquier jabón? Descubre qué hábitos debes desterrar cuanto antes de tu rutina de desmaquillado

Mucho se habla en la blogosfera de todo tipo de técnicas y trucos para conseguir estupendos efectos en nuestro rostro a base de maquillaje. Que si «look ahumado» por aquí, que si juego de volúmenes con contorno e iluminador por allá, que si un efecto óptico para que los labios parezcan más gruesos… Nos esmeramos ante el espejo con nuestro rostro como si de una obra de ingeniería se tratase. Admitámoslo, es así.

Pero, ¿qué ocurre al llegar a casa? Emborronamos nuestra cara con cualquier trozo de algodón y a la cama. O nos lavamos la cara con el primer jabón que tengamos al alcance de la mano, independientemente de que se trate de una pastilla de Lagarto (bendito jabón, por cierto).

¿Acaso no te has percatado de que esos granitos y puntos negros con los que despiertas algunas mañanas pueden deberse a un pésimo desmaquillado? ¿Sabías que la forma en que eliminas el maquillaje de los ojos puede favorecer la aparición temprana de arrugas?

Pongámonos serias y recapitulemos algunos de los principales errores que cometemos (o hemos cometido) todas las mortales a la hora de desmaquillarnos. Apuesto a que pones la “X” en más de uno:

1. Utilizar un producto que no va con nuestro tipo de piel

En cuestión de productos desmaquillantes no existe ninguna panacea. Por eso, en función de tu tipo de piel te irá mejo uno u otro. Por ejemplo, si tienes la piel con tendencia grasa olvídate de usar aceites limpiadores (incluso para los ojos), si no quieres amanecer como una paella. Si por el contrario tienes una piel seca o madura usar jabones o espumas limpiadoras no hará más que incrementar la falta de hidratación de tu cutis. La regla general es:

  • Pieles grasas / mixtas: jabones específicos, espumas o geles. También agua micelar cuando solo llevamos bases ligeras o cremas con color (BB cream).
  • Pieles normales: jabones y geles que no resequen demasiado y leches desmaquillantes.
  • Pieles secas / maduras: aceites y leches desmaquillantes.
  • Pieles sensibles: geles específicos o agua micelar (y un poquito de paciencia).

2. Finalizar con tónico

Es una costumbre heredada y mal aplicada en general. El tónico facial tiende a resecar el rostro a no ser que tenga un tratamiento específico. Por ello, si lo utilizamos como paso final para refrescar nuestro rostro después de haber usado un jabón, por ejemplo, el cutis nos quedará tirante y seco como un folio.

El tónico cierra los poros y regula el PH de nuestro cutis tras la limpieza, pero no es apropiado para las pieles secas (e incluso) normales, sobre todo si contiene alcohol.

Si lo usas, mejor que sea cuando vayas a aplicar después algún tratamiento o crema hidratante como paso final. Un buen sustituto para las pieles grasas mixtas o sensibles es el agua termal.

3. Finalizar con crema

El proceso de desmaquillado no tiene por qué acabar siempre con una crema hidratante o un tratamiento de noche. Ese paso debe evitarse en los casos de pieles grasas o con problemas de acné, ya que no hará más que favorecer la aparición de granitos. Si la piel lo requiere, los cutis grasos, mixtos y normales pueden finalizar con un agua termal o un tónico específico. Los cutis maduros sí que suelen requerir una crema de noche que favorezca la hidratación o un sérum con tratamiento.

4. Maltratar la zona de los ojos

Trucos para desmaquillar los ojos
Trucos para desmaquillar los ojos correctamente

¿Te has pasado el disco desmaquillante y has perdido varias pestañas al hacerlo?¿Acabas con el contorno de los ojos muy irritado tras desmaquillarte? Quizá no estés siendo lo cuidadosa que debieras al desmaquillar esta zona tan sensible y estos puede tener como consecuencia, además de la irritación, la aparición prematura de arrugas.

Un truco para desmaquillar tus ojos es impregnar generosamente el disco de algodón con un desmaquillante específico (los de agua de aciano son los que más respetan la delicada piel del contorno de ojos) y cubrir durante unos segundos la línea de las pestañas. De esta manera dejaremos que el producto penetre e impregne cada pestaña y necesitaremos un mejor esfuerzo para eliminar la máscara de pestañas. Arrastra con mucho cuidado el disco de algodón hacia abajo y después hacia arriba (por dentro) para eliminar cualquier resto de forma suave. Después, aprovecha lo que resta del disco para eliminar sombras o correctores alrededor del ojo.

5. Olvidar el cuello

¿Recuerdas el esmero que pusiste con el maquillaje a la hora de igualar el tono con el cuello y el escote? Pues al llegar a casa deberás realizar la operación inversa y asegurarte de que eliminar por completo cualquier resto de maquillaje o suciedad de esta zona. Así evitarás el envejecimiento prematuro de la piel delicada de esta zona tan visible e incluso la aparición de granitos.

6. Usar jabón natural

Si para retirar el maquillaje de tu rostro usas un jabón ordinario (gel o de manos) estás maltratando tu cutis, sea del tipo que sea. Los jabones que usamos para el resto del cuerpo son demasiado agresivos para la piel del rostro ya que eliminan el
manto hidrolipídico que lo protege y resecan mucho. Incluso si tienes una piel con tendencia grasas solo conseguirás irritarla y que produzca un exceso de sebo para compensar la agresión que provoca este tipo de jabones.

Salvo excepciones y emergencias, debemos desterrar el uso de toallitas desmaquillantes

7. Usar toallitas desmaquillantes a diario

Sí, todas hemos comprobado alguna vez la comodidad de usar una toallita para desmaquillarnos. Pero debes tener en cuenta que, por un lado, estos productos tan comercializados no consiguen eliminar la suciedad por completo y suelen dar lugar a la aparición de irritaciones, puntos negros y barrillos. Y, por otro lado, la forma en la que las aplicamos sobre el rostro puede alterar los tejidos dando lugar a la aparición temprana de arrugas.

Salvo excepciones y emergencias, debemos desterrar el uso de toallitas desmaquillantes en nuestra limpieza diaria y sustituirlas por cremas, geles, jabones y espumas específicas para el cutis.

8. Secarnos de manera agresiva

Aunque sea lo que nos pide el cuerpo después de un chapuzón facial con la toalla puede pasar lo mismo que con el uso de las toallitas. No debemos restregar nuestro rostro sin piedad sobre la toalla, sino utilizarla con suaves toques para retirar progresivamente la humedad.

Además, debemos tener en cuenta que mejor que las tradicionales toallas de rizo, lo ideal para secar el rostro son las toallas de microfibra, más suaves y respetuosas con lo delicado de la tez. Fíjate en las que usan en los salones de belleza.

9. Utilizar agua caliente o muy fría

Dependiendo de la época del año, puede apetecernos usar agua caliente o fría para eliminar el maquillaje de la cara. Pero debemos hacer un esfuerzo por usar siempre agua tibia (en invierno nos parecerá más bien fresquita; en verano, algo caliente), ya que la caliente y la fría alteran el manto graso que protege la piel, dando lugar a problemas como irritaciones.

10. No aclararnos bien

Es posible que con las prisas le dediques menos tiempo del que deberías al aclarado y esto puede provocar que los poros se obstruyan y den lugar a la aparición de puntos negros. Procura aclarar en profundidad casa parte de tu cutis, con especial atención a las aletas de la nariz, el cuello y el nacimiento del pelo. Al hacerlo, si compruebas que sigue habiendo restos de maquillaje en el cutis deberás volver al paso anterior hasta que desaparezcan.

Más en Belleza