Los mejores vinos de González Byass, en el Aula de Cultura de ABC
Cinco vinos, los cinco de Jerez, fueron ayer los protagonistas absolutos de una nueva jornada del Aula de Cultura de ABC en la que intervino el enólogo de González Byass, Antonio Flores, quien protagonizó una cata muy especial de estos caldos en el Hotel Alfonso XIII. Comenzó este acto el director del Aula de Cultura de ABC, Francisco Robles, quien realizó un recorrido histórico vinculando la literatura con el mundo del vino.
Y a fe que la relación es muy estrecha e intensa porque durante sus breves palabras iniciales destacó la importancia del vino dentro de la cultura universal y citó a José Manuel Caballero Bonald âescritor oriundo de la gran patria del vino andaluzâ y a su «Breviario del vino», en donde habla sobre el origen oriental de estos caldos. También Robles destacó lo importante que ha sido el vino dentro de la cultura cristiana porque «el primer milagro de Jesús de Nazareth fue convertir el agua en vino». «Luego, su gran milagro fue la transformación del pan en su cuerpo y del vino en su sangre,como sÃmbolo de la alianza eterna».
Continuó este acto del Aula de Cultura de ABCâ que patrocinan el Banco Sabadell y la Real Maestranza de CaballerÃaâ con un toque cómico por parte de Robles: «Cuando recordaba a Gonzalo de Berceo copiando libros en el monasterio, pensé que eso debió ser muy aburrido, sin embargo, aparte de copiar, don Gonzalo le daba, a base de bienes, tanto al vino blanco como al tinto, por eso lo imagino leyendo, copiando y bebiendo vinos de la Rioja, y es que ¡qué bien vivÃa!». Continuó el director del Aula de Cultura de ABC glosando la literatura y el mundo de la enologÃa y rememorando pasajes del Lazarillo de Tormesâcuando el muchacho le cogÃa vino al viejo ciego y salió lesionadoâ. También mencionó a Don Quijote y Sancho Panza âel primero austero y el segundo experto en caldosâ o aludió a Francisco de Quevedo,«que veÃa en el vino un sinónimo de la picaresca, pues hablaba del bodeguero que agua el vino ». Robles finalizó este recorrido leyendo versos de los hermanos Machado o el célebre «Soneto del vino» de Jorge Luis Borges. Continuó el acto el enólogo y técnico de González Byass, Antonio Flores, uno de los más grandes expertos en vinos de Jerez y premio internacional Len Evans. Comenzó su charla â«La cultura del vino»â reconociendo que en el salón del Hotel Alfonso XIII, donde se celebró el acto, olÃa «a bodega, albero recién regado ya Jerez».
A continuación, comentó que Jerez se basa en cinco pilares: Su tierra, de Albariza, rica en carbonato cálcico y capaz de guardar la humedad de las lluvias; sus varietales, el Palomino Fino (lÃder del sector), el Moscatel y el Pedro Jiménez; sus sistemas de crianza (biológico y oxidativo) y su sistema de envejecimiento (de criaderas y soleras), que le da homogeneidad. A partir de ahÃ, Antonio Flores describió con gran maestrÃa los cinco vinos que estaban servidos en sus respectivas copas y que pudieron disfrutar todos los invitados al acto. AsÃ, comenzó con el más clásico de todos, el TÃo Pepe, al que definió como «un vino sin estilizar, sin filtrar y en estado puro». También comentó que era un «vino vivo», y habló de la labor que cumple la levadura a la hora de proteger al vino del oxÃgeno. Finalizó con unos versos de Pablo Neruda.
Luego probó un vino Viña AB, que es un amontillado fino, siendo «de los vinos más completos». Lo definió Antonio Flores como un vino de color ámbar pálido y brillante. Asimismo, lo destacó por su sabor avellanado y por ser un «gran acompañante de los platos complicados». El tercer vino que probó este enólogo fue el amontillado del Duque, que describió como «un TÃo Pepe con treinta años». De ahà pasó este experto a un Añada 1982. Sobre éste comentó que González Byass «reserva 200 botas todos los años para envejecerlas con el sistema de las añadas», anunciando que se van a lanzar 675 botellas de la Añada 1982.El último de los vinos que cató este prestigioso enólogo fue un Leonor, de palo cortado y criadera y solera. Asimismo, lo consideró como «el vino rebelde de Jerez», y admitió que tiene una crianza de 12 años de envejecimiento. Este vino es de 20,5º de concentración, con toques madera y vainilla, «muy rico al paladar».