Alberto Rodríguez, director de cine y realizador, protagonizó el Aula de Cultura de ABC de Sevilla

El Aula de Cultura de ABC contó ayer con uno de los directores de cine más interesantes del actual panorama español, el realizador sevillano Alberto Rodríguez, que ha logrado dejar su huella de autor en películas tan destacadas como «After», «7 vírgenes» o «Grupo 7».

Comenzó el acto el director del Aula de Cultura de ABC, Francisco Robles, quien destacó que «el cine es un arte fascinante que ha logrado aglutinar todas las artes. Es un conglomerado de todas las bellas artes y un arte por sí mismo».

A continuación intervino el crítico cinematográfico Miguel Olid, que comenta que Alberto Rodríguez «se ha consagrado con sus últimas películas, por eso yo lo considero entre los cinco directores mejores de España».

El realizador tomó luego la palabra reconociendo que su verdadera vocación era la de escribir y contar historias, algo que le hizo entrar en la Facultad de Ciencias de la Información de su ciudad. Luego «me marqué un rumbo para ser director».

En el universo personal que ha trazado este director a lo largo de su filmografía tiene mucho que ver el guionista Rafael Cobos, con quien entabla siempre un tête à tête a la hora de sacar adelante las películas. «Rafael y yo formamos un tándem. Nos entendemos muy bien y lo primero que hacemos es perder mucho tiempo hablando de la idea y de cómo piensan los personajes antes de ponernos a escribir».

A partir de ahí, Rodríguez contó la anécdota de cómo surgió la idea de «7 vírgenes»: «Mi hermana trabajaba por aquella época en una casa de acogida y un día fui allí y vi que los niños no paraban de pelearse, pero también me di cuenta que ahí había una historia». A partir de esta anécdota inicial, comenzó el proceso habitual entre guionista y director: «Rafael escribe y yo soy el que reescribe los textos. Una vez acabado el guión, comienzan los ensayos y él sigue reescribiendo. Al final te das cuenta de que las películas se construyen a partir de unas ideas».

Sostiene Miguel Olid que Alberto Rodríguez ha sido capaz de combinar la visión de autor y la de director de género en películas como «Grupo 7», «que se cimenta en el cine de género policíaco, pero con una mirada de autor con una dimensión más profunda de los personajes», a lo que añade que «lo difícil es buscar el equilibrio entre el género y lo introspectivo, la acción de los policías y los personajes».

Sobre «Grupo 7», el director de «El factor pilgrim» —de la cual aseveró que es su filme más querido a pesar de rodarla en veinte días y con muy poco dinero— señaló que «fue la primera vez que rodaba secuencias de acción y la dificultad era que la acción fuera realista. En la secuencia final de los disparos vinieron unos especialistas que habían rodado western en Almería y también nos ayudó un coordinador de acción».

Los rodajes
Respecto a la idea que planteó Miguel Olid en cuanto al tema de que algunos directores consideran los rodajes un infierno mientras que otros lo disfrutan, Alberto Rodríguez confesó que «un rodaje se puede convertir en una pesadilla porque a veces hay cien personas que están esperando a que tú resuelvas la cosa más nimia. Pero en general me lo paso muy bien rodando, aunque es un trabajo muy duro, ya que cuando rodamos estamos once horas seguidas de lunes a viernes y ocho horas los sábados».

También reveló este director durante la clase magistral que impartió ayer sobre cine que el elemento de la improvisación es muy importante. Así, en la escena rodada en el bar Garlochi en «Grupo 7», el actor Joaquín Núñez añadió la frase «y tráeme unas avellanitas », que al final se quedó.

Además, recordó el casting que realizó por distintos institutos con unos 5.000 chavales para «7 vírgenes»: «Jesús Carroza, que me acompañaba en el casting y que en principio no se iba a presentar, al final hizo la prueba sin haber hecho antes nada de actuación y se llevó el papel y después ganó el Goya».

Por otra parte, Francisco Robles centró el tema del Aula de Cultura en el aspecto económico que siempre rodea al cine. Sobre este tema Alberto Rodríguez comentó que «si la película va bien el primer fin de semana, todo irá bien después, pero si no es imposible». Hoy día los datos son tan certeros que se pueden saber cuántos espectadores ha tenido una película el mismo viernes de su estreno por la madrugada.

«Ocho apellidos vascos»
Sin embargo, hay una excepción que marca la regla, como en todo, y esa ha sido «Ocho apellidos vascos», película que recaudó más dinero en su segundo fin de semana. Aunque este director asegura que aún no ha visto la película de Emilio Martínez Lázaro, dice que «es un fenómeno que no se comprende, aunque quizás en tiempos de crisis la gente necesite reírse de sí misma». Además, comenta que esta película «ha derribado una barrera y nos plantea cómo podemos llegar a la gente, porque el cine español no es eso que se ha vendido de que es aburrido y subvencionado y “Ocho apellidos vascos nos va a ayudar”».

Aparte de adelantar algo de su nueva película, «La isla mínima», que se estrenará tras el verano, acabó analizando el fenómeno de las series de televisión: «Al público español le interesa la ficción de las series españolas y no la de las películas, por eso algo estaremos haciendo mal».

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