Una vez desechado el Mundial en casa como gran despedida de la generación de oro de España, la siguiente cita en el calendario para el adiós son los Juegos Olímpicos de Río, en 2016. Aunque la generación de los «júniors de oro» ya será muy veterana (Pau Gasol, Navarro y Felipe Reyes llegarán con 36 años), una revancha olímpica con Estados Unidos en Brasil parece un último acto difícil de mejorar. Pero ahora hay un problema: la derrota prematura en el Mundial compromete seriamente la presencia de España en Río 2016.
En la Copa del Mundo de España, el campeón obtiene billete directo para los Juegos brasileños, un puesto que era difícil con EE.UU. en el camino, pero posible pese a todo. Ahora la selección tendrá que jugarse el pase a Río en el Eurobasket del año que viene, cuya fase final se celebrará en Francia, pero no lo tendrá fácil.
Solo los dos primeros clasificados del torneo continental se clasifican automáticamente para Río de Janeiro. Los que terminen entre el tercer y el sexto puesto se jugarán el puesto en el Preolímpico el mismo verano de 2016, mientras que del séptimo hasta el final quedarán directamente eliminados.
El Preolímpico lo jugarán doce selecciones: cuatro europeas, tres americanas, dos africanas, dos asiáticas y una oceánica. Solo las tres mejores jugarán en Río, una plaza muy al alcance de una España con sus figuras, pero que tiene una gran complicación añadida: las fechas. El Preolímpico se disputará entre el 5 y el 11 de julio, exactamente un mes antes que los Juegos, que empiezan el 5 de agosto.
Es decir, si España tuviese que jugar el Preolímpico, tendría que iniciar su concentración a finales de junio, mucho antes de lo habitual. Una fecha que casi se solapa con el final de la competición tanto en España como en la NBA y que obligaría a muchos jugadores a ir a jugar con la selección prácticamente sin haber descansado de la temporada con su club.
Estas exigencias hacen que, para estar en Río, los hombres clave de la selección no puedan permitirse una ausencia masiva el año que viene. Pau Gasol y Navarro, por ejemplo, tendrían que jugar tres veranos seguidos con 34, 35 y 36 años de edad. También está el caso de Marc, que, de jugar los dos torneos, encadenaría once veranos seguidos jugando con la selección. Río exige nuevos sacrificios que no entraban en las cuentas iniciales.