El Libro del Becerro de Los Palacios vuelve al archivo un año después del incendio

Hoy hace exactamente un año del incendio que arrasó el archivo del Ayuntamiento de Los Palacios. La tensión ya es casi nula. Sobre todo porque las conclusiones de la Guardia Civil sobre el origen del fuego son ya definitivas. Fue fortuito. Partió de un chispazo en el aparato de aire acondicionado . Nadie incendió el archivo con ninguna intención espuria. Fue un triste accidente. Pero la batalla política solapó las consecuencias sobre el patrimonio que tuvo aquel suceso. El archivero, Julio Mayo, se congratula ahora de que se salvó el principal documento , el Libro del Becerro, una pieza del siglo XVII que narra cómo «Villafranca de la Marisma luchaba entre 1630 y 1640 por ser libre del dominio que la casa de Arcos ejercía sobre Los Palacios desde varios siglos antes». Mayo recuerda cómo «tuvimos la fortuna de poder retirarlo a tiempo de la hoguera, aunque ésta parecía mucho más peligrosa que las anteriores de las que se había escapado». Tuvo que hacerlo «tras reñida batalla con los miembros del dispositivo encargado de sofocar el incendio que se había declarado en el Archivo Municipal». «Conseguimos entregar un croquis con la ubicación física donde se custodiaba la pieza dentro del archivo», explica el archivero, y «a eso de las ocho y veinte de la mañana de aquel fatídico 5 de septiembre de 2013, dos bomberos que habían seguido nuestras instrucciones de búsqueda nos trajeron, después de varios intentos fallidos, un bulto deforme e irreconocible».

El fuego había lamido la caja en la que se guardaba el Libro. Estaba intacto. «El cofre, hecho por los restauradores Rocío Hermosín y Andrés Alés con cartón especial de conservación, había cumplido con la misión de proteger el mayor tesoro documental del pueblo». Luego llegó el encuentro con los papeles quemados. Y hoy llega la buena noticia, ya que el famoso libro volverá a su sitio original: «Con la perspectiva del año transcurrido, la recuperación de casi todo el fondo histórico es una realidad, así como el de buena parte del administrativo». El tiempo y el trabajo han rehabilitado la historia de Los Palacios gracias a un mecenas de Tarifa que ha sufragado la nueva cámara. Aquel fuego, curiosa paradoja, sólo quemó una era política.