educación
Libreros sevillanos denuncian irregularidades en el uso del cheque-libro
Interponen hasta seis quejas en la Inspección de Educación ante la «venta ilegal» de libros en colegios públicos y concertados

Una treintena de libreros de Sevilla ha presentado hasta seis quejas en el último mes ante la Inspección de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía alertando de las irregularidades que se están cometiendo presuntamente con el uso del cheque-libro. La Junta de Andalucía entrega en junio a los padres de los alumnos de entre 6 y 12 años este talón con el importe de los libros que necesitan para el siguiente curso, con el fin de que las familias puedan comprarlos donde quieran.
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Según la ley, la adquisición de este material sólo podría hacerse en librerías y grandes superficies comerciales. Sin embargo, desde hace varios años, cada vez es más habitual que la venta se lleve a cabo en el propio centro educativo o bien a través de Ampas. Una práctica que es «ilegal», según denunció Carmen Cordero, una de las portavoces de este grupo de libreros, cuyo objetivo es convertirse en asociación. Así, asegura que la ley es «muy clara al respecto» y alega que la comercialización tanto de libros de texto como de material escolar sólo puede llevarse a cabo a través de las librerías y grandes superficies. Hasta ahora era una práctica muy extendida entre los colegios concertados, si bien en los últimos años cada vez es más frecuente verla en centros públicos.
«Indefensión y asfixia económica»
Los libreros alertan de que esta práctica les está generando una situación de «indefensión total» y les está llevando a «una asfixia económica» lo que está provocando a su vez que muchos establecimientos se hayan visto obligados a echar el cierre. «Sólo en mi caso, las ventas han descendido en un 80 por ciento, pero por lo general la cifra no baja del 50 por ciento», precisó Carmen Cordero que ya en el año 2011 presentó una queja individual ante Educación después de que un director de un colegio concertado le negara el importe de un cheque-libro.
Hace poco más de un mes, algunos propietarios de librerías de Sevilla, comenzaron a organizarse debido a los perjuicios que están sufriendo. El pasado 4 de julio este grupo de libreros (la mayoría de Sevilla capital) presentó una queja formal ante la Inspección de Educación. No sería la única. Desde entonces ya han presentado otras cinco más, y en una de ellas presentaron hasta pruebas. Denuncian que la Junta de Andalucía hace «caso omiso» a estas denuncias. «Conocen estas prácticas fraudulentas y no hacen nada para evitarlo y la situación ya es insostenible, no podemos más», se queja Carmen Cordero quien asegura que, si en lo que queda de mes no reciben contestación, llevarán a cabo otras medidas de presión.
Para este grupo de libreros, estas prácticas irregulares se hacen «a ojos de todo el mundo, incluida la inspección que no hace nada al respecto», denuncia Cordero. «Las familias, generalmente, desconocen que es irregular», precisa. Y es que este trapicheo proporciona a los centros ingresos extras, ya que no tributan, «por lo que es dinero negro que no están declarando», denuncia.
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