
El grupo de los chicos durante la prueba de líder | telecinco.es/supervivientes
Publicado Viernes, 27-03-09 a las 16:31
«Hasta la fecha, sois los mejores supervivientes del concurso», con estas palabras comenzó la conexión de Jesús Vázquez con Honduras. Pero no todo eran alegrías, fue una noche intensa con la expulsión de Roberto Liaño, la nominación de Iván y Cuca, la agrupación de todos los concursantes en Cayo Paloma y el destierro de Escasssi y Matías a una isla en la que tendrán que hacer fuego sí o sí.
Dejando a un lado que no han tenido fuego en toda la semana, los aventureros se han construido cabañas resistentes y la pesca no se les da nada mal. Ahora les toca convivir a todos juntos en Cayo Paloma, una isla pequeña a la que los concursantes llegan muy ilusionados y contentos, no sólo porque estarán todos juntos, sino porque, tras superar la prueba de recompensa, el programa les ha obsequiado con varias cajas de cerillas.
Pero la organización no se olvida de la polémica en torno a la legalidad con la que hicieron fuego la noche antes del incio oficial del concurso. El líder, Álvaro Muñoz Escassi, y Matías han sido trasladados a otra playa con la única misión de conseguir hacer fuego con los mismos utensilios que tenían cuando lo lograron la primera noche. En caso de no conseguirlo, la organización ya no da más prórrogas, les quitará las cajas de cerillas y apagará el fuego que los supervivientes han ganado.
Dejando a un lado que no han tenido fuego en toda la semana, los aventureros se han construido cabañas resistentes y la pesca no se les da nada mal. Ahora les toca convivir a todos juntos en Cayo Paloma, una isla pequeña a la que los concursantes llegan muy ilusionados y contentos, no sólo porque estarán todos juntos, sino porque, tras superar la prueba de recompensa, el programa les ha obsequiado con varias cajas de cerillas.
Pero la organización no se olvida de la polémica en torno a la legalidad con la que hicieron fuego la noche antes del incio oficial del concurso. El líder, Álvaro Muñoz Escassi, y Matías han sido trasladados a otra playa con la única misión de conseguir hacer fuego con los mismos utensilios que tenían cuando lo lograron la primera noche. En caso de no conseguirlo, la organización ya no da más prórrogas, les quitará las cajas de cerillas y apagará el fuego que los supervivientes han ganado.
