El pasado sábado recibía su Primera Comunión, Andrea, la hija que tienen en común el diestro Jesulín de Ubrique y la colaboradora de televisión Belén Esteban. Al acto acudió gran parte de la familia Janeiro, con las únicas ausencias de Humberto, padre del torero, y de Jesús, benjamín del clan de «Ambiciones», que se quedó en casa con su madre, Mª José Campanario, y sus abuelos maternos.

Como manda el protocolo de la ceremonia, los padres de Andrea se sentaron juntos en la iglesia, aunque, según contó luego la propia Esteban en «La Noria», «ni siquiera nos hemos saludado; no nos hemos dado ni la paz». «Jesús ha dado la nota desde el primer momento porque se ha presentado con el vecino ése al que yo denuncié y encima lo ha llevado al convite. Y eso es una provocación porque le dije que no trajera a nadie y me parece una falta de respeto hacia mí y hacia mi hija».

Tras la ceremonia religiosa todos los invitados se trasladaron al Palacio de Negralejo donde se sirvió un almuerzo. Aquí el diestro gaditano y su familia permanecieron alrededor de una hora, pues tras excusarse por la enfermedad de un familiar, pusieron rumbo a Andalucía, no sin antes obsequiar a la pequeña con un reloj de oro blanco.

Quien sí permaneció junto a Belén y su hija durante toda la fiesta fue Fran Álvarez, actual marido de la de San Blas, con quien acaba de iniciar un proceso de separación de mutuo acuerdo. «Mi esposo ha estado allí y ha sido maravilloso estar con toda la familia. Le ha regalado una medalla a la niña. Es que es el hombre de mi vida», aseguró.