Los idiomas de Calderón frente al «glamour» de Florentino
Publicado Martes, 30-06-09 a las 13:31
Con la presentación oficial de Kaká, Florentino Pérez inicia hoy las presentaciones de jugadores (hasta ahora sólo ha presentado al técnico, Manuel Pellegrini) de su segunda etapa como presidente del Real Madrid.

Conociendo cómo fueron en su primera época como máximo dirigente madridista, uno se puede formar una idea de cómo serán las del centrocampista brasileño, Cristiano Ronaldo y el resto de jugadores que aterricen en el conjunto merengue este verano, aunque con Florentino nunca se pueden descartar las sorpresas.

Igualmente, resulta inevitable comparar las presentaciones de la primera éra galáctica con las que posteriormente protagonizó el controvertido Ramón Calderón. Si las del empresario se caracterizaron, además de por las sorpresas y la innovación, por su «glamour», las del último presidente blanco quedarán para el recuerdo por los discursos del propio Calderón en la lengua materna de los diferentes fichajes y por alguna que otra "perla" presente en los mismos, como cuando llamó "Ernesto" al jugador procedente de la Juventus, Emerson.

Las presentaciones «galácticas» propiamente dichas arrancaron con Florentino Pérez y el portugués Luis Figo, que fue el primer gran fichaje llegar, convulsionando el mundo del deporte. Nada más tomar posesión de la presidencia del Real Madrid, el empresario conseguía "robar" al Barça a una de sus estrellas. Además, aquel 24 de julio de 2000, Florentino iniciaba la costumbre de que el Presidente de Honor, Alfredo Di Stefano ofreciera su nueva camiseta al recién llegado.

El primer fichaje "grande" de Ramón Calderón no tenía tanto «glamour» o tirón mediático. Fue el holandés Ruud Van Nistelrooy, que llegaba al club tras Cannavaro y Emerson. Su presentación causó gran expectación, pero más que por el propio jugador, por ver si el presidente madridista era capaz de recibirle con un discurso en su lengua materna, como había hecho anteriormente con el italiano y el brasileño. Finalmente Calderón le dirigió unas breves palabras en inglés, un idioma que dominaba mucho mejor. En cuanto a la parafernalia de la presentación, Calderón mantuvo los rituales instaurados por Florentino, como la entrega de la nueva camiseta de manos de Alfredo Di Stefano, pero cambió el lugar de los mismos, al celebrarlos en el antepalco. Como dato curioso hay que señalar que el público que se acercó al Santiago Bernabéu para recibir al delantero holandés coreó en repetidas ocasiones el nombre de... Kaká.

Tras Figo, Florentino se lanzó la temporada siguiente a por Zidane, y logró traerlo al Bernabéu. Su presentación tuvo aún mayor repercusión que la del portugués. Más de 400 periodistas cubrieron el acto, que tuvo lugar en el Pabellón de Hielo del Real Madrid a las 15:00 horas (hora de inicio de los telediarios en España). Como novedades, el francés estuvo arropado por el propio presidente y buena parte de la junta directiva del club. Causó especial sensación el número elegido por el francés para su camiseta: el 5.

El segundo gran fichaje de Ramón Calderón tuvo lugar en su segunda temporada en la presidencia. Por fin podía cumplir una de sus promesas electorales y traía del Chelsea al holandés Robben, pero ni así consiguió que el interés despertado se asemejase al de los fichajes de Pérez. Como siempre, discurso populista (no tan trascendental como los "ha nacido para jugar en el Madrid" de Florentino), breves palabras dirigiéndose al jugador, y acto de entrega de la camiseta por parte de Di Stefano. En esta ocasión el público no fue tan insistente a la hora de corear el nombre de otros jugadores.

En 2003, el fichaje estrella de Florentino fue Ronaldo. Fue quizás la presentación más improvisada, pues la contratación del delantero brasileño se concretó a ultimísima hora. Era día de partido, por lo que el lugar elegido para el acto fue la sala de prensa del estadio. Cerca de 500 periodistas cubrieron una presentación que tuvo gran éxito por el efecto sorpresa de la contratación.

Quizá una de las presentaciones de Ramón Calderón que más repercusión tuvo en los medios fue la del centrocampista holandés Rafael Van der Vaart. El truco estuvo en que el jugador acudió al acto con toda su familia, incluída su bellísima esposa Silvie Van der Vaart, protagonista en todos los telediarios del día y en todos los programas del corazón durante la semana. Sin embargo, ni siquiera esto libró a Calderón de tener que escuchar el nombre de Cristiano Ronaldo coreado en las gradas.

La cumbre del «glamour» la alcanzó Florentino con el fichaje de David Beckham. Ante un escenario dorado colocado en el pabellón Raimundo Saporta, el presidente y su junta directiva al completo presentaban al rubio de oro. El momento más impactante de la presentación fue cuando Alfredo Di Stéfano entregó la camiseta al inglés descubriendo que luciría el número 23, el mismo que otro icono del deporte universal: Michael Jordan.

Pero esto es el pasado. Esta noche, con la presentación de Ricardo Kaká, arranca una nueva era en las presentaciones de futbolistas, marcadas por su universalidad (más de 50 televisiones de todo el mundo la retransmitirán en directo), su horario (en "prime time") y en las que se podría hacer habitual incluso el uso de fuegos artificiales...

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