Martes, 14-07-09
El vĆnculo de Fernando Alonso con el ciclismo ha traspasado la frontera de la afición. Asiduo practicante, relacionado con los profesionales y admirador de las estrellas del pedal, en el futuro quiere ser patrón de una escuadra.
Fabrizio Borra
Es su fisioterapeuta, alma gemela y ayudante personal. Borra posee una clĆnica de fisioterapia cerca de Ćmola y por ella han pasado ciclistas profesionales, de la talla de Pantani. Colaboró con Ivan Basso y actualmente con Benatti. Sale a montar en bici con Alonso siempre que puede.
Apoyo pĆŗblico
En sus declaraciones, Alonso siempre ha apoyado al ciclismo. «Lo mejor del deporte español en 2008 fueron los triunfos en el Giro, el Tour y la Vuelta. El ciclismo estÔ discriminado en repercusión mediÔtica», dijo.
De marcha con Sastre
Una de sus primeras apariciones públicas en bici fue el pasado enero en el Algarve portugués. Quedó con Carlos Sastre y se hizo una ruta de 130 kilómetros con el Cervelo. «Se nota que es un atleta. Hubiera sido un buen clasicómano. Tiene una arrancada potente en los repechos», le retrató Sastre.
Adelgazó en bici
Alonso ha adelgazado cuatro kilos este invierno gracias a su dedicación casi profesional a la bicicleta. Pesa 67 kilos. Suele entrenarse todas las semanas en función de un plan fĆsico diseƱado por Borra. En Suiza ha subido los puertos de los Alpes, y en Asturias, el Angliru.
Cenas con Armstrong
El asturiano ha cenado dos veces con otro de sus Ćdolos, Lance Armstrong. La primera vez fue en junio de 2006, en el Hotel MandarĆn de Nueva York, entre los grandes premios de Fórmula 1 de Montreal e IndianĆ”polis. Y la segunda, el pasado junio, en Cuneo (Italia), durante el Giro de Italia.
IndurƔin
Es su Ćdolo. Su influencia le llevó a pensar alguna vez en ser ciclista en vez de piloto. En una encuesta, Alonso fue nominado mejor deportista espaƱol de la historia. Ćl rechazó la designación: Ā«El mejor es IndurĆ”inĀ».
Maillots en su cumpleaƱos
Su pareja, Raquel del Rosario, movió Roma con Santiago para conseguir un antiguo maillot del Astana, el que lució Vinokourov en el Tour de 2007, y regalÔrselo a Fernando Alonso el año pasado. Como el piloto no se lo esperaba, fue uno de los presentes que mÔs ilusión le hizo.