El presidente del Real Madrid está muy descontento del resultado obtenido hasta el momento en la «operación salida». No será por el encomio que está poniendo la dirección deportiva. Mandan los contratos. Y los salarios. Y lo que se ha encontrado el equipo de Florentino cuando ha abierto las carpetas ha sido para echarse las manos a la cabeza.
Las abultadas nóminas que apalabró la anterior Junta están dificultando la salida de los jugadores que no entran en el proyecto de Pellegrini. Menos ahora, en crisis. El Madrid está dispuesto a «regalar» pero el club destinatario no asume su ficha.
Y en estos parámetros se mueven las negociaciones. a día de hoy sólo se ha producido una salida. La de Javier Saviola al fútbol portugués. Lo demás sigue estacionado. Y con muchas trabas. Huntelaar, por ejemplo, pidió quedarse en Madrid para decidir su futuro. En principio estaba previsto que hablase el fin de semana y a jueves todavía seguía sin responder. Un caos.
Ante esta situación, Florentino alimenta la teoría de que los jugadores baratos no se pueden considerar una inversión porque acaban siendo carísimos. Y estos casos le están dando la razón.
Negredo, desorientado
Se puede marchar Negredo. Tiene una oferta del Tottenham por 18 millones pero él prefiere la Liga española. Está pendiente de los movimientos de Forlán y Villa. Por otra parte, el presidente ha dicho que puede estar cerrado el capítulo de fichajes. El Liverpool no baja el precio por Xabi Alonso y el Bayern se ha cerrado en banda con Ribery. Incluso amenaza al Madrid con recurrir a la FIFA por desestabilizar a un jugador con contrato en vigor.
