Franck Ribéry sigue sin aceptar su permanencia en el Bayern de Múnich. En lo que llevamos de verano, el jugador francés ha protagonizado numerosos episodios como mínimo "curiosos" que han sido interpretados como "gestos" para expresar su deseo de marcharse del club alemán con destino al Real Madrid.

Ya desde el inicio de la pretemporada, el centrocampista francés, de 26 años, consiguió no participar en los primeros entrenamientos del club bávaro, dirigido esta temporada por el holandés Vaan Gaal, alegando diferentes molestias físicas.

El galo tampoco se ha mordido la lengua durante las últimas fechas. No ha lanzado ningún mensaje explícito que pudiera poner a la afición del Bayern en su contra, pero sí algún que otro mensaje encubierto o con doble sentido, como afirmó a un periódico deportivo español que "aún no podía hablar del Madrid".

La última de Ribéry se ha producido hoy mismo, con motivo de la foto oficial del club bávaro para la temporada 2009-2010. El díscolo francés se ha presentado al acto con una camiseta que no era la suya, sino la de su compañero Ivica Olic. de esta forma, en vez de portar una elástica con su número 7 y su nombre, el jugador vistió el número 11 del Bayern de Múnich. ¿Servirá de algo este nuevo gesto?