Todos los años lo mismo, aunque esta vez va a ser peor. El Ramadán empieza ya y esta temporada el Madrid tiene más jugadores que nunca, e importantes, que lo van a seguir a rajatabla. Parece un problema nimio, pero no lo es.
Hace dos años, cuando Diarra, el primero y alto, se había convertido en una pieza casi básica en el esquema del Real Madrid, llegó el Ramadán. El jugador estuvo sin beber ni comer durante el día y, aunque intentaba recuperarse a la caída del sol, cuando la ley musulmana permite comer y beber, el cambio de hábitos, sobre todo para un deportista de élite, fue importante, por lo que el jugador bajó su rendimiento en un momento de la temporada importante para el club blanco.
Esta temporada el Madrid tiene a tres jugadores: Lass, Benzema y el mismo Diarra, que comienzan el Ramadán. Lo iniciaron ayer y es el peor momento para hacerlo.
Sneijder se queda fuera
Según los médicos, la falta de alimentos y bebidas para un deportista de élite en la pretemporada es más letal que cuando ya están en plena campaña, con el cuerpo más rodado y acostumbrado al esfuerzo físico. En estos momentos, los jugadores del Madrid están intentando recuperar el tono físico que les sirva para aguantar toda la temporada. Un parón como el que supone el Ramadán implica riesgos de lesiones musculares mucho mayor que cuando la competición ya está en marcha.
En el caso blanco, hay otro agravante más: dos de los jugadores implicados: Lass y Diarra, son piezas básicas en el centro del campo, mucho más cuando ambos basan su fútbol en el físico. Además, uno es complemento del otro. Se piensa en Lass para la titularidad y en Diarra para cuando falte el primero y tenga que suplirle por las exigencias de la temporada.

