Zulo encontrado hoy en Cabrerolles / AFP
Golpe a la logística de ETA
Actualizado Miércoles, 26-08-09 a las 11:12
Hace una semana, no sólo se consiguió detener y llevar al calabozo a los considerados jefes de la logística militar de ETA, sino desmantelar la infraestructura de depósitos subterráneos utilizados por la banda para almacenar un tremendo arsenal: cientos de detonadores, varios silenciadores, un subfusil, pistolas, centenares de juegos de matrículas falsas y vírgenes y, sobre todo, una tonelada de explosivos -además de tres bombas-lapa con temporizador preparadas para colocarlas en cualquier rincón de España donde la banda quisiera asestar otros golpes como los de Burgos o Mallorca, este verano-. Esos mil kilos de explosivo suponen el grueso de los casi 1.400 encontrados por las Policías francesa y española en zulos sobre suelo de los dos países.
El golpe a ETA, con la detención de la «triple A» -Aitzol Etxaburu, Andoni Sarasola y Alberto Machaín- , representa «el más contundente a la logística de la banda terrorista desde 2004», ha dicho hoy el fiscal jefe de París, Jean-Claude Marin, en un encuentro con la prensa.
Ese año, el 4 de octubre de 2004, la Policía gala lanzó una operación contra el aparato logística de ETA en la que se realizaron veinte detenciones, entre los que se encontraban Mikel Albizu Iriarte, Mikel Antza, y su pareja, Soledad Iparagirre «Anboto», máximos responsables de la banda, junto con otros dirigentes destacados. Entonces se descubrieron cuatro zulos con una gran cantidad de armamento, además de intervenir relevante documentación sobre la banda y se requisó la imprenta con la que se editaba el boletín interno. Este mazazo a ETA fue calificado como el más importante desde las detenciones de Bidart en 1992.
Tres investigaciones diferentesEl fiscal jefe de París también ha especificado que la importante operación policial iniciada hace una semana es fruto de tres investigaciones preliminares totalmente diferentes. La primera de ellas permitió arrestar a los tres etarras, en la estación de esquí de Vilarembert, en el departamento de Le Corbier; la segunda es la relativa al hallazgo del primero de los doce zulos abiertos esta semana, ubicado en la localidad de Ferrières, a sólo 40 kilómetros de la frontera con los Pirineos; y la tercera atañe a los otros once escondites. Según Marin, el gran interrogante ahora es saber si existe una «conexión» entre los tres detenidos y los zulos encontrados, algo que trata de averiguar la policía científica. Se sabe que hay «ciertos puntos comunes» pero de momento no se puede hablar de vínculos directos, ha subrayado el fiscal, quien no descartó que los zulos encontrados pertenezcan a otros grupos de la organización.
Según información facilitada por el Ministerio del Interior, la gran mayoría de los escondites desmantelados en 2009 se ubican en el país vecino, doce sólo en la última semana. Los datos de Interior muestran que la detención de 62 miembros de ETA o colaboradores de la banda en lo que va de año ha conducido al hallazgo de quince zulos en Francia (los doce que muestra el mapa, otro en Castelnau-de-Montmiral, en Pindères y uno más en Grenoble) y de otros tres en España (Guipúzcoa, el pasado 23 de junio; Cercerdilla, en Madrid, el pasado 5 de junio y en enero, la Policía encontró quince kilos de dinamita «Titadyne» escondidos en el municipio guipuzcoano de Zegama).
Ese año, el 4 de octubre de 2004, la Policía gala lanzó una operación contra el aparato logística de ETA en la que se realizaron veinte detenciones, entre los que se encontraban Mikel Albizu Iriarte, Mikel Antza, y su pareja, Soledad Iparagirre «Anboto», máximos responsables de la banda, junto con otros dirigentes destacados. Entonces se descubrieron cuatro zulos con una gran cantidad de armamento, además de intervenir relevante documentación sobre la banda y se requisó la imprenta con la que se editaba el boletín interno. Este mazazo a ETA fue calificado como el más importante desde las detenciones de Bidart en 1992.
Tres investigaciones diferentesEl fiscal jefe de París también ha especificado que la importante operación policial iniciada hace una semana es fruto de tres investigaciones preliminares totalmente diferentes. La primera de ellas permitió arrestar a los tres etarras, en la estación de esquí de Vilarembert, en el departamento de Le Corbier; la segunda es la relativa al hallazgo del primero de los doce zulos abiertos esta semana, ubicado en la localidad de Ferrières, a sólo 40 kilómetros de la frontera con los Pirineos; y la tercera atañe a los otros once escondites. Según Marin, el gran interrogante ahora es saber si existe una «conexión» entre los tres detenidos y los zulos encontrados, algo que trata de averiguar la policía científica. Se sabe que hay «ciertos puntos comunes» pero de momento no se puede hablar de vínculos directos, ha subrayado el fiscal, quien no descartó que los zulos encontrados pertenezcan a otros grupos de la organización.
Según información facilitada por el Ministerio del Interior, la gran mayoría de los escondites desmantelados en 2009 se ubican en el país vecino, doce sólo en la última semana. Los datos de Interior muestran que la detención de 62 miembros de ETA o colaboradores de la banda en lo que va de año ha conducido al hallazgo de quince zulos en Francia (los doce que muestra el mapa, otro en Castelnau-de-Montmiral, en Pindères y uno más en Grenoble) y de otros tres en España (Guipúzcoa, el pasado 23 de junio; Cercerdilla, en Madrid, el pasado 5 de junio y en enero, la Policía encontró quince kilos de dinamita «Titadyne» escondidos en el municipio guipuzcoano de Zegama).
Mañana, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, viajará a París para ofrecer una rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, Brice Hortefeux, y puede que arrojen luz sobre la envergadura real del desarme de ETA en territorio galo. Los terroristas habían sembrado el sureste francés, con una red tejida en los municipios de Camplong, Minerve, Ferrals-les-Montagne, Helette, Plaussenous, Lacoste, Ferrieres, Cabrerolles, Lacaune les Bains, Pardailhan y Montclart, de 21 kilos de pentrita, 12 de nitrometano, 15 bombas-lapa, 18 armas de mano, 244 detonadores, 500 metros de cordón detonante, 600 kilos de nitrato amónico y un largo etcétera con un único fin bárbaro.