La próxima semana se firmará el convenio que da cobertura legal a la apertura de la fosa. Los trabajos de exhumación se dirigirán a identificar los restos cuyas familias lo hayan solicitado. La familia de Lorca se reserva ese derecho
Actualizado Miércoles, 07-10-09 a las 13:51
La Junta de Andalucía ha tomado una decisión irrevocable: abrirá la fosa donde presuntamente yacen los restos de Federico García Lorca. Fuentes de la Consejería de Justicia aseguran que la próxima semana se firmará el convenio que da cobertura legal a la apertura de la fosa de Alfacar, y por el cual se nombrará el equipo de técnicos que dirigirán los trabajos de exhumación, según publicó ayer Ideal. Aunque los herederos del poeta anunciaron el lunes en un escrito que se reservan el derecho a ejercer cuantas acciones puedan corresponderles, las mismas fuentes aseguran que desde un punto de vista jurídico no cabe recurso legal.
Los trabajos de excavación se limitarán a identificar los restos cuyos familiares así lo hayan solicitado. Las familias serán informadas a través de un coordinador. Por esta razón, y dado que es la familia de Lorca la que «se reserva ese derecho», se desconoce si finalmente se revelará si el cuerpo del poeta está enterrado o no allí.
Además del escrito presentado por la familia Lorca, en el que se opone a que se remuevan los restos, la Junta ha recibido otras seis alegaciones. Nieves Galindo, nieta biológica del maestro republicano Dióscoro Galindo, que supuestamente yace en la misma fosa que Lorca, ha enviado al Ejecutivo autonómico otro escrito contrario a la exhumación, al entender que ésta se convertiría en un «circo mediático».
A favor se han decantado: Nieves García, quien se considera nieta de Galindo; el sindicato CGT, que solicita la exhumación del banderillero anarquista Joaquín Arcollas; la Unión Nacional de Picadores y Bandilleros Españoles; la familia del Inspector de tributos Fermín Roldán, y los herederos de Miguel Cobo.
La consejera de Justicia ha sido clara en su respuesta: respetarán la intimidad de aquellos que no deseen que sus familiares sean identificados. Se prevé para ello la instalación de carpas, no habrá cámaras en la zona, y se obligará a firmar un contrato de confidencialidad a los trabajadores, que no podrán usar sus teléfonos móviles.
Una vez concluido los trabajos de exhumación, se hará un trabajo divulgativo de lo que sucedió en Alfacar, como marca la Ley de Memoria Histórica, respetando siempre la intimidad de quienes así lo hayan pedido.

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