El proyecto que Luis Aragonés en la Eurocopa ha tenido la continuidad con Vicente del Bosque. La columna vertebral está tan bien consolidada que admite la salida de grandes jugadores y la incorporación de los jóvenes valores. Definitamente olvidado el debate de Raúl, ahora se mira al futuro. No existe ningún tipo de cortapisa que inquiete la aparición de uno u otro futbolista.
En los diez partidos de clasificación, Del Bosque ha subido a seis jugadores de la selección Sub´21 y ha hecho debutar a un total de ocho. Un movimiento de piezas que ha permitido rebajar la media de edad del equipo hasta los veinticuatro años. Destacan los casos de Piqué o de Albiol, que han aparecido como ciclones. Son una buena alternativa para cuando Puyol decida que no puede más, algo que por el momento parece poco probable.
Ha contado con 29 jugadores, siempre manteniendo el bloque que disputó la Eurocopa y la Copa Condeferaciones. Pero la puerta no está cerrada. Ahí están los casos de los casos de Fernando Llorente o de Álvaro Negredo. Ha diseñado diez alineaciones diferentes sin perder la identidad del equipo.
David Villa ha sido el máximo goleador con seis tantos. Y eso que se ha perdido varios partidos de clasificación por culpa de las lesiones, como ha ocurrido en estos últimos. Es curioso que los otros delanteros fijos para Del Bosque, Dani Güiza y Fernando Torres, no hayan logrado estrenarse. Un dato que contrasta con su excelente trabajo colectivo.
La selección ha demostrado su pegada y se ha ido casi a los treinta goles. Un registro al alcance de pocos, aunque su grupo no estuviese plagado de grandes rivales. La solidez defensiva ha sido otro de los puntos fuertes. España ha defendido con las mejores armas que tiene, con la posesión del balón.
